El guardameta se hizo un esguince leve en el tobillo derecho. Guerra, mientras, sigue trabajando a destajo para recuperarse de los problemas que arrastra en el pubis.

Alguno más tenía que caer. Es lo suyo. En cada pretemporada son habituales los problemas físicos, sobre todo, musculares. Aunque, como no es extraño en cualquier momento del año, también los hay de otra índole; véase, en los tobillos. Si el primero que los sufrió fue Javi Guerra, el segundo ha sido uno de los recién llegados, el guardameta Diego Mariño.
Poco antes del final del entrenamiento matinal de este martes, realizado sobre el césped del cuarto campo de Pinatar Arena, se produjo una torcedura que le provocó un esguince de primer grado en el tobillo derecho, que provocará que no pueda estar los próximos días con el resto de sus compañeros.
Así, se une en la enfermería a Javi Guerra, cuyas molestias en el pubis le llevan impidiendo en los últimos días ejercitarse con el grupo, desde antes incluso del viaje a Murcia.
Por ello, y para tratar de recuperarse de cara a poder jugar a finales de semana bien contra el Elche o contra el Almería, y a un mayor plazo con la vista puesta en el debut liguero, trabaja cuatro veces al día junto a los fisioterapeutas y el recuperador del club, Enrique Margallo.

