El Juvenil División de Honor del Real Valladolid comienza su preparación con un plantel completamente nuevo, en el que apenas unos pocos jugadores continúan con respecto a la temporada pasada.
Al principio fue el banquillo. Luego, el título. Pero no es un drama pensar que a Chuchi Macón se le asignó un nuevo equipo antes de que estuviese preparado para ello -reglamentariamente hablando-. No sorprendió, tampoco, teniendo en cuenta que la generación a la que comandará lleva trabajando con él los últimos tres años.
Esta generación, la de 1996, cuya calidad ha quedado probada en temporadas pasadas, deberá pasar una prueba de juego, la de ofrecer un mejor rendimiento que la precedente en una categoría difícil, en la que ya no se verán las caras con equipos de la región -a excepción del Puente Castro-, sino que se enfrentarán a equipos de la talla del Rayo Vallecano, Real Madrid o Atlético de Madrid.
Son estos tres, junto al Getafe, los únicos equipos de Primera representados entre los dieciséis que compiten en el grupo. Cabe pensar, por tanto, que pese a la inexperiencia, el objetivo debe ser, como mínimo, acabar el curso entre los cinco primeros. Después de cómo fue el curso pasado, no obstante, bien podría rebajarse a mejorar, en general, la pobre cara que el División de Honor mostró el pasado año.
Del peor equipo del Real Valladolid que se recuerda en las últimas campañas apenas seguirán un puñado de jugadores; a saber, los defensas Rubén Adeva y Jorge Martín, los centrocampistas Toni y Roberto y el atacante Cristian. Además, cuatro son las caras nuevas, los palentinos Abel (procedente del Athletic, previo paso por el Danok Bat) y Jorge Frías (Deportivo de La Coruña) y dos ex del Talavera, José Manuel Arnáiz y Fran Adeva.
Línea por línea
- En la portería Chuchi Macón cuenta, a priori, con tres guardametas, que por ahora son dos, ya que Dani Hernández por ahora seguirá trabajando bien con el primer equipo o bien a las órdenes de Javier Torres Gómez en el filial. Como él, Guillermo, llegado el pasado curso del Club Internacional de la Amistad, sabe lo que es ser convocado con la selección regional juvenil. Alberto será, en principio, el tercero en discordia, situación que podría cambiar si Dani se queda en el Promesas de modo definitivo.
- Rubén Adeva, Tomás y Mario Robles se encuentran actualmente haciendo la pretemporada con el filial. Dada su proyección, deberían ser los hombres fuertes del equipo en la zona defensiva. Como el recién llegado Abel Pascual, conocen ya la categoría, después de debutar a las órdenes de Luis Miguel Gail el pasado año, al igual que Ismael. Completan la zaga De Vega y Jorge Martín, que jugó diecinueve partidos en la 2012/13.
- Víctor Frías (como Abel y Guillermo, ex de la CIA) es el centrocampista con más experiencia con el que contará Macón. A sus veintiséis encuentros en la División de Honor con el Deportivo de La Coruña de la pasada campaña hay que sumar la experiencia adquirida en el tramo final de curso por Hassan y Pelayo. Como este último, Álex, Amit y Toni, especialmente, deberán poner la calidad en tres cuartos, junto al recién llegado Arnáiz. Adrián, Sergio y Roberto (catorce partidos en la 2012/13) pugnarán por minutos con los anteriores.
- Cristian es el único delantero que se mantiene del equipo del año pasado. Con él, Fran Adeva e Isma Casado están llamados a ser los goleadores del equipo. En favor del ex del Talavera juega su experiencia en la categoría, donde ya sabe lo que es marcar goles. El segundo, mientras tanto, pasa por ser, en la actualidad, el mejor ‘nueve’ de las categorías inferiores, condición que debe refrendar en División de Honor.
En contra de lo ocurrido con el Real Valladolid Promesas, en la oficialización de la lista de jugadores que formarán parte del equipo el club no ha confirmado que pueda haber alguna baja. Sin embargo, no se descarta que, por ejemplo, pueda salir algún jugador como Alberto, Sergio o Cristian, teniendo en cuenta que el plantel es a día de hoy extremadamente extenso, máxime cuando varios de ellos podrían perfectamente formar parte del Juvenil B.
Los veintitrés jugadores que lo conforman, a los que hay que sumar otros dos que trabajarán en estos primeros días con el equipo, como son Pistu y Yuste, se antojan demasiados para un equipo de esta condición, puesto que un nutrido número de jugadores contarían apenas con minutos y, así, se cerrarían las puertas a eventuales subidas, procedentes del conjunto de Liga Nacional.
Con todo, se trata de una plantilla enimentemente joven, donde abundan jugadores que cumplirán su segundo año en la categoría, de manera que el valor formativo del equipo cobrará mayor importancia si cabe de la debida. No obstante, para la gran mayoría de estos jugadores no será nuevo el competir con otros mayores que ellos, algo que ya venían haciendo bien en el propio División de Honor o en Liga Nacional, donde el pasado curso el Real Valladolid B fue cuarto, tras el Puente Castro, el Burgos CF y la UD Sur.
Viene esta cuestión a constatar la intención de la dirección deportiva de que aquellos canteranos en los que se adivina un potencial relativamente importante quemen etapas a una velocidad mayor de lo que venía siendo habitual en los últimos años; esto es, de que vayan un paso por delante de lo que su edad indica y sean capaces de competir y ser importantes ante jugadores uno o dos años mayores.
Como no hay mejor muestra que un botón, ese afán, a priori, debería palparse esta temporada en canteranos como Dani, Rubén Adeva, Mario Robles, Amit o Toni, en el División de Honor de Chuchi Macón y Benjamín Zarandona (entra a formar parte de la estructura de la Fundación como segundo entrenador del primer juvenil) o Nico, Repiso, Pistu o Yuste, que serán dirigidos por Paco de la Fuente.
