Blanquivioletas
  • Primer equipo
  • Cantera
  • Fútbol provincial
  • Fútbol regional
  • Opinión
  • Actualidad
  • EN
Blanquivioletas
No Result
View All Result

Gilberto ‘Alcatraz’ García, con su Dios a Europa

por Leandro Sanchez de Medina
7 de septiembre de 2013
en Noticias
5448502w copia

Aridane Hernández, 20 años después

Cadena SER: robo de cobre en Zorrilla

El Pucela enamora con su nueva camiseta con aires retro

El carrilero derecho colombiano llega a Europa para saldar cuentas con su promesa desde la infancia: triunfar al otro lado del Océano Atlántico y así viajar a Brasil con la selección nacional cafetera.

 

Foto: Terra
Foto: Terra

El Dios de la tinta en piel habría acogido con gran afecto en su religión a Gilberto García (Santa Marta, Colombia, 1987), porque ha impregnado su cuerpo de quince tatuajes que lo han acompañado en su crecimiento como futbolista, y en el brinco más pronunciado de su carrera: Europa.

Para Gilberto, Europa suena a culminación, a la tan manoseada palabra sueño, por deslizarse de entre tantas bocas de jugadores cuando llegan a un nuevo club. Pero disociando la hipocresía de la realidad, existe un tipo de profesionales que bien pueden ser analizados desde la segunda opción. Futbolistas cuyas vidas han girado en torno al balón, porque tras sus espaldas no quedaba más que llanuras, fracaso personal, manos sucias y hedor a avaricia.

‘Alcatraz’ giró y giró, sellando su mirada en un horizonte que solo pintaba un océano tan vasto como basta su ambición por llegar a la Selección de Colombia. Desde la infancia, le prometía a su madre jugar en Europa para, a raíz de este paso, poder regalarle una casa; y en su fuero interno, huir del desconocimiento que conllevaba recorrer los estadios, en ocasiones decadentes y húmedos, de la Liga Postobón colombiana, para ser alguien más. Edificar una familia al otro lado, y que el Dios al que dirige sus rezos sintiera orgullo de su evolución personal.

El plano familiar no se puede desligar del profesional. Y por ese motivo, a Gilberto le sonríe su Dios, porque ha logrado viajar a Europa, a España, para conocer otro fútbol, divergente del sudamericano. Apagar la llama de una lámpara de aceite y las amenazas de las barras –grupo de violentos que ocupan las gradas de muchos estadios de Sudamérica-, para encender una luz constante.

Harold Lozano, uno de los ocho colombianos que antes de Gilberto caminaron por las historias internas del Estadio José Zorrilla, fue el valedor que provocó un avance más determinante por parte de la dirección deportiva del club de la Avenida Mundial ’82 para su llegada a Valladolid. Alberto Marcos, de ojos callados, clavados en aquellos futbolistas del subsuelo mediático, pidió ayuda al ‘ Negro’ y éste despejó una incógnita que dejaba a Alcatraz como la solución y refuerzo a la banda derecha del Real Valladolid.

Al carril entero, porque, aun desempeñando su oficio en el lateral derecho, la capacidad ofensiva de cafetero lo empuja hacia tres cuartos con la asiduidad del extremo, y a línea de fondo como si buscara en esa zona del campo algo que perdió en una de aquellas apuestas de la infancia. Gilberto es carrilero, de recorrido largo como la distancia que lo aleja de su pasado.

Foto: El Norte de Castilla
Foto: El Norte de Castilla

En sus primeras experiencias con la blanquivioleta, ha alternado su posición originaria con la de hombre abierto en zonas más altas, colocándose algunos metros por delante de Rukavina, el futbolista con el que a priori deberá medirse para ser el primero. Ha cumplido el rol de extremo del último pase y arrebato. Como en el debut en La Liga.

Le atrae, además, el juego combinativo; por ello, ha seguido al FC Barcelona desde la distancia y se ha sentido cautivado por la propuesta del Real Valladolid. Salida limpia, construir desde la base y finalizar en lo más alto. Análogo a la trayectoria que Giberto quiere trazar en una carrera profesional que ya marcha cerca de la zona de creación.

Alcatraz defiende que el futbolista sudamericano libera de la sobriedad táctica al fútbol europeo. Él quiere ser quien remueva el orden del Real Valladolid y haga aparecer al caos; la chispa que sobresalga, para volver a recibir la llamada de José Pekerman, seleccionador de Colombia. Una citación que lo trasladaría al Mundial de Brasil, el afán más sobrecogedor que alberga casi cualquier futbolista.

Para conocer el desenlace de la historia de Gilberto ‘Alcatraz’ García en su búsqueda de Brasil, habrá que aguardar una temporada. La primera del colombiano en Europa. Aunque, sea cual sea la decisión de Pekerman, el carrilero del Real Valladolid reposará en un hogar tranquilo junto a su familia, plácido, y elevando la vista al cielo para agradecer a su Dios la oportunidad que le brindó.

Te puede interesar

Ni Zara ni Mango: Lidl lanza estas 5 chaquetas acolchadas que te prepararán para el invierno por solo 12 euros

Historia de la televisión: por qué Vince Gilligan dijo ‘no’ a 75 millones por reescribir el final de ‘Breaking Bad’

Laura Pinillas, bióloga: “Si ves a tu amigo bostezar se te va a pegar antes que si ves a un desconocido”

“¡Hazte con todos!”: Lidl convierte a tus hijos en la envidia del colegio gracias a estos productos de Pokémon

Lo que oculta YouTube: la verdad sobre cuánto dinero generan los canales pequeños y cómo lograr que crezcan

Blanquivioletas EN

  • Goodbye to flat fines—Maryland completely changes traffic penalties with its new graduated speed law
  • It’s official—Missouri consumers will be able to recover some of the money they overpaid in taxes on online purchases from Saatva
  • Goodbye to backyard chickens—the law allowing them in Missouri was declared unconstitutional on technical grounds
  • Banned in 15 states—Samuel Adams’ new beer has 30% alcohol and costs as much as a premium wine
  • The IRS confirms that the 30% credit for energy-efficient home improvements expires on December 31, 2025
  • Aviso legal
  • Política de cookies
  • Contacto

© 2025 Blanquivioletas

No Result
View All Result
  • Primer equipo
  • Cantera
  • Fútbol provincial
  • Fútbol regional
  • Opinión
  • Actualidad
  • EN

© 2025 Blanquivioletas