El zaguero franco-marroquí, pese a ser el primer fichaje del verano, gracias a sus galopadas, es ya uno de los jugadores más desconocidos para el gran público pucelano.
Cuando el Real Valladolid anunció el fichaje de un tal Bergdich, lateral zurdo, de veinticuatro años e internacional por Marruecos, lo que hizo gran parte de la afición pucelana fue soltar un comentario jocoso sobre su apellido, debido al gran parecido con el de un conocido tenista profesional.
Sin embargo, poco después, se encendieron todas las alarmas en el entorno blanquivioleta al temer perder a Mikel Balenziaga, algo que se confirmó tan solo dos días después, cuando el Athletic Club anunció que haría efectiva su cláusula de recompra, mediante la cual el lateral vasco volvería al club bilbaíno.
Siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas, y más pueden serlo cuando son con Balenziaga, ya que el vasco ha sido en estas temporadas uno de los jugadores más queridos por una afición que ha sabido valorar su comportamiento dentro y fuera del campo. Además, fue uno de los pilares básicos del ascenso, pese a tener que adaptarse a la posición de lateral diestro.
La salida de Balenziaga ha roto la tranquilidad que había en el lateral izquierdo, una de las posiciones mejor cubierta en la pasada campaña, ya que, además de Mikel, también ocupa esta demarcación Carlos González Peña. Precisamente, este último futbolista es con el que el franco-marroquí va a tener que disputarse la titularidad, siempre y cuando juegue en su posición natural.
Pero es posible que este problema sea menor de lo esperado para el nuevo fichaje vallisoletano porque su fútbol difiere bastante del de sus predecesores, especialmente del de Balenziaga, quien se caracterizaba por su fútbol aguerrido y defensivamente notable, pero con importantes lagunas en la faceta ofensiva. Algo en lo que, precisamente, destaca Bergdich.
De hecho, es posible que estas aptitudes le faciliten la entrada en el once inicial, eso sí, en otra posición diferente a la esperada, ya que los dos partidos que lleva jugados como titular con Juan Ignacio los ha realizado jugando como extremo.
Puede ser que Bergdich cumpla con las características de jugador explosivo y rápido, prototipo de futbolista que tan buen resultado le ha dado a Juan Ignacio en el Levante, o es posible que solo haya recurrido a esta opción como recurso ante la baja de Ebert y la ausencia de un sustituto natural para el germano.
Lo que sí que parece claro es que a estas alturas de la temporada, Bergdich está siendo una de las sorpresas positivas dentro de las nuevas caras llegadas al Nuevo José Zorrilla, aunque quizás no sea de la forma esperada.
Además, es reseñable que esta operación a medio o largo plazo puede ser beneficiosa, pues el Valladolid ha aprovechado que el Lens estaba al borde del descenso administrativo para firmar en unas condiciones favorables a un futbolista con un amplio margen de mejora; eso sí, a cambio de un porcentaje de una hipotética futura venta del jugador, por el que los galos obtendrían un puñado de euros si el Pucela obtuviese réditos por él.
Con todo, el Real Valladolid ha firmado un lateral joven y ofensivo por tres temporadas y, visto el déficit de jugadores talentosos en esa posición, es posible que la entidad blanquivioleta haya buscado que esta operación sirva de inversión para una posible venta. Pero, para ello, primero ha de demostrar en el campo su calidad como defensa, aunque, por el momento, no se le haya podido ver ocupando esta demarcación en un partido oficial.