Análisis del próximo rival del Real Valladolid.
Probablemente, el partido más complicado de la temporada. En esas se encuentra el Real Valladolid para el choque de este sábado, nada menos que la visita al Camp Nou. Y lo peor es que los blanquivioletas no lo hacen precisamente en su mejor momento, mientras que los blaugrana, como es de esperar, están intratables.
Se suele decir que jugar contra Real Madrid o Barcelona supone perder casi con total seguridad, más si se juega en campo contrario, pero también queda el consuelo de que no hay nada que perder. Los de JIM cuentan además con demasiadas bajas, pero está claro que ir al Camp Nou supone una aventura de la que, quién sabe, podría ser el Valladolid el primero que sacase botín.
Ardua tarea
Sobra decir que la empresa no se plantea fácil. Uno de los colosos de la Liga, indomable en estos momentos junto al Atlético de Madrid, cuenta sus siete partidos por victorias. Veintiuno de veintiuno, imposible hacerlo mejor, pese a que alguno se empeñe en decir que no están en su mejor momento por haber perdido la posesión ante el Rayo hace dos jornadas, después de cinco años sin hacerlo.
No solo se trata de las ocasiones en las que los culés han sumado de tres en tres, también está la capacidad goleadora con la que cuentan. Veinticuatro goles a favor por cinco en contra son dos cifras que se dicen muy rápido, pero si uno se detiene un segundo a pensar que son solo siete los partidos disputados hasta el momento, se convierten en algo difícil de asimilar.
No hace falta que echen cuentas. Poco menos de tres dianas y media que fabrican los pupilos del Tata Martino por 0’7 encajadas. Los datos como local son aún más escalofriantes. En solo tres envites, el portero visitante ha tenido que recoger el balón del fondo de la red hasta catorce veces, casi cinco por cada uno de ellos.
A semejantes números solo se llega de una manera, que no es otra que contando con una de las mejores plantillas del planeta, un entrenador que desarrolle el juego necesario, que se deje las pestañas en la pizarra y… con un estilo mareante. Si por algo se ha dado a conocer mundialmente el Fútbol Club Barcelona sobre el campo es por una práctica completa y alocada que enamora.
Bien es cierto que el esquema ha variado sustancialmente con el desembarco del técnico argentino, quizá algo menos basado en la posesión y más en rápidas contras, pero como bien explicó Carlos Peña esta semana, no significa que los blaugranas sean menos peligrosos.
Baja notable
Y si Peña declaraba eso por un lado, Jesús Rueda decía por el otro que el Barcelona, sin Messi, no está al 100%, pero sí al 85%. Pedro, Neymar, Alexis, Cesc… Un arsenal bien cargado de pólvora y en el que si bien no está el astro argentino –con ocho goles en Liga-, sí está el canario Pedrito Rodríguez con cinco o un Neymar dispuesto a inflarse de asistencias.
Cierto es que el Barcelona no mostró su mejor cara en el último encuentro de Champions del martes pasado frente al Celtic, pero en casa el cuadro culé cambia y se convierte en una apisonadora todavía más poderosa. Al Pucela solo le queda jugársela para ver si tiene recompensa, y es que en el Camp Nou no hay nada que perder.
Curiosidad del rival de esta jornada: Ser jugador del Barcelona supone sobrecargarse de partidos, y si no que se lo digan a Messi, que el año pasado jugó más de 45. Pero a veces las lesiones no perdonan, y curiosamente el delantero se perderá por segunda temporada consecutiva el Barcelona – Valladolid del Camp Nou.