Se acaba 2013, y con él, decimos adiós a nuestro Décimo Aniversario. Despedimos un año importante, en el que hemos despedido a viejos amigos y dado la bienvenida a otros nuevos, con los que seguir creciendo. En el que teníamos puestas grandes miras, muchas de las cuales hemos alcanzado, dejando solamente en el lado de los sinsabores alguna pequeña decepción.
No han sido muchas, ni tampoco demasiado importantes. Realmente, ha sido un buen 2013. En el que hemos visto cómo varios de nuestros colaboradores pasaban a formar parte de las redacciones de varios medios de comunicación ligados a empresas durante los meses de verano. O en el que hemos superado nuestro récord de visitantes únicos y absolutos.
También nos ha servido para cambiar de casa radiofónica, para dejar atrás tres buenos años en Onda Expansiva Radio y pasar a formar parte de una emisora mayor, con frecuencia propia, como es Kaliver Radio. Y para narrar nuestros primeros partidos con nervios, pero con muchas ganas y emoción.
Con este 2013 se van 365 días vividos en dos colores, el blanco y el violeta; la pasión que nos une. Con él se marchan parte de nuestras fuerzas, gastadas, pero otras muchas se quedan, renovadas, gracias al esfuerzo de nuestros componentes, que con buen talante y ánimo crecen a la vez que lo hace esta bendita locura, y con vuestro apoyo, indispensable para que la enajenación de unos pocos sea disfrutada por muchos.
A ellos, que alimentan esta ilusión llamada Blanquivioletas, y a todos vosotros, que en cada click nos invitáis a seguir adelante, con más ganas hoy que ayer, el equipo que conforma este portal os desea que paséis unas fechas muy felices junto a los vuestros; que tengáis una muy feliz Navidad, rodeada de aquellos a quien más queréis, y que la salida y entrada del año sea dichosa.
Al 2014 no le pedimos nada más que eso, dicha para quienes forman parte directa o indirectamente de Blanquivioletas. Que sigáis confiando en nosotros para informaros sobre la actualidad del Real Valladolid y que la familia continúe creciendo. Nosotros pondremos nuestros granos de arena para que así suceda. Para que cada vez seamos más, dentro y fuera, los que podamos decir con orgullo: “Yo, de Blanquivioletas”.
Posdata: En realidad, quizá sí pidamos algo más. A decir verdad, aún no hemos redactado nuestra carta a los Reyes Magos. Pero, hoy, al señor gordo de rojo, le pedimos eso. Felicidad y unión vestidas de blanco y violeta. A los tres de los camellos… Ya os contaremos qué les hemos pedido.
