El conjunto blanquivioleta lleva desde noviembre de 2007 sin remontar un encuentro como visitante en Primera tras comenzar perdiendo.

Noviembre de 2007. El Rey Juan Carlos le espetaba a Hugo Chávez en la XVII Cumbre Iberoamericana el famoso ‘¿Por qué no te callas?, más o menos en las mismas fechas en las que en Estados Unidos se estrenaba ‘No es país para viejos’ de los hermanos Coen y el dúo cómico ‘Cruz y Raya’ anunciaba su disolución. Ha pasado mucho tiempo. Tanto como el que lleva sin remontar el Pucela en Primera División como visitante tras comenzar perdiendo.
En un pasado más cercano, concretamente el 22 de diciembre, era evidente que, cuando el Real Valladolid encajó el primer gol de Sergio García en Conellá – El Prat en el minuto 5, no acabaría llevándose los tres puntos. Lo dicen las estadísticas, los números, o lo que es casi lo mismo, las casi infalibles matemáticas.
Volviendo a aquel noviembre de 2007, nos remontamos exactamente al día 4.
El Valladolid de José Luis Mendilibar formado por García Calvo, Iñaki Bea, Capdevila o Vivar Dorado entre otros, desfilaba por el túnel de La Romareda para rendir visita al Zaragoza. Aunque parezca mentira, fue la última ocasión en la élite del fútbol nacional en la que los blanquivioletas consiguieron darle la vuelta al marcador tras empezar por detrás, seis años y un mes después.
Efectivamente, el choque arrancó fatal para los de Mendilibar. Un disparo horrible de Oliveira desviado por un defensa transcurridos trece minutos se convertía en el 1-0. Por si fuera poco, el conjunto maño manejaba el encuentro a su antojo. Hasta que el entrenador de Zaldíbar, en un movimiento de estrategia cuando el cronómetro solo había corrido veinticinco minutos, decidió dar entrada al pequeño más grande que ha vestido la camiseta del Real Valladolid, Víctor Fernández.
En un visto y no visto, entre el 27′ y el 33′, el mediapunta marcó dos goles y Álvaro Rubio otro, para dejar La Romareda patas arriba en un santiamén frente a una grada incrédula que se frotaba los ojos. El tanto de Diego Milito en el añadido no hizo sino dar un poco de emoción a un choque en el que el Pucela aguantó estoicamente.
Heroico, sí, y casi a punto de convertirse en mito, porque desde entonces han sido cuatro empates y 38 derrotas en 42 ocasiones en las que se ha comenzado perdiendo lejos de Zorrilla en Primera. No hace falta que usted lo piense mucho, la conclusión es simple. Si se considera amante de las apuestas, lo tiene bien fácil; cada vez que el conjunto blanquivioleta encaja un primer gol como visitante, sea pronto o tarde, no terminará ganando.
