Análisis del próximo rival del Real Valladolid

El fútbol, es lo que tiene, hace frágil la memoria de los aficionados. Tras varias derrotas dolorosas, nada como una victoria, solo una, con buen juego de por medio para reparar la moral y la autoestima de una grada que realmente lo necesitaba. Los tres puntos ante el Villarreal se antojaban más que necesarios, y más teniendo en cuenta el triunfo de otros rivales directos como Celta o Almería.
Pero no es momento para relajarse. Lo dejaba claro el propio Juan Ignacio Martínez con una sonrisa en la cara minutos después de que su equipo derrocara al Submarino Amarillo. “Este tiene que ser un punto de inflexión, no podemos relajarnos ahora” decía el alicantino. Efectivamente, el Getafe espera en el horizonte.
En plena caída
Si en la pasada jornada el Villarreal no era precisamente el mejor equipo para recibir en una situación delicada, esta semana se da el caso contrario para que los de JIM terminen de resucitar de sus cenizas. El Getafe, después de un comienzo dubitativo y una estabilización posterior, lleva en plena caída de su montaña rusa particular desde el pasado 29 de noviembre.
Aquel día los de Luis García se impusieron al Levante en el Coliseum Alfonso Pérez, y desde entonces no han vuelto a puntuar de tres. Seis partidos y tan solo un punto, merced de un meritorio empate ante la Real Sociedad en la penúltima contienda. Eso sí, el pasado domingo en el estadio de los Juegos Mediterráneos, donde los azulones hincaron la rodilla con un gol de Zongo, las sensaciones no fueron las mejores posibles.
Así las cosas, el Pucela no podría encontrarse en mejor situación para enlazar por primera vez esta temporada dos victorias consecutivas, pese a tener que hacerlo fuera de casa. Con un Getafe en horas bajas, la ocasión la pintan calva.
Por suerte para la afición madrileña, su equipo puede presumir al menos de encontrarse en una situación más o menos holgada gracias a las rentas conseguidas en las primeras jornadas, donde siempre se cumplió ante rivales de la parte baja de la tabla como Osasuna (2-1), Celta (2-0), Betis (3-1) o Granada (0-2 fuera de casa). De esta manera, los azulones descansan en la decimosegunda plaza de la tabla con veinticuatro puntos, a cinco del descenso que marca precisamente el Pucela.
Como suele pasar en estos casos, no solo se trata de los malos resultados cosechados últimamente para que la afición esté de dientes, sino también de las malas sensaciones que transmite el equipo. No es la plantilla del Valladolid la única a la que se le ha acusado de falta de actitud en los últimos encuentros, y el choque de este sábado está marcado en rojo en el calendario para levantarse.
Mucho nombre, poco gol

No deja de ser llamativa la actual situación del equipo del barrio madrileño, puesto que nombre por nombre la escuadra azulona no tiene precisamente mala plantilla. Pedro León, Sarabia, Lacen, Diego Castro, Colunga, Lafita… Varios jugadores potentes ofensivamente hablando y que suman veintidós dianas en Liga, seis de ellas del pichichi Pedro León.
A partir de ahí, el resto de goles están más bien repartidos entre el resto de la plantilla, es decir, no existe un ‘killer’ del área a los que las defensas teman por encima del resto, al menos en cuanto a tantos se refiere. Pero no por ello deja de ser un equipo con potencial capaz de hacerle un roto a cualquier rival.
Y es que la visita al Coliseum Alfonso Pérez no será un paseo para el Valladolid. Sin ser una fortaleza inexpugnable, el estadio azulón ha supuesto quince de los veinticuatro puntos conseguidos hasta la fecha por el Getafe, gracias a cuatro victorias, mismo número de derrotas y tres empates. Queda patente que será difícil, pero ni mucho menos imposible, escapar de allí con botín.
Curiosidad del rival de esta jornada: Roberto Soldado se trata sin duda de uno de los jugadores con más renombre que han pasado por Getafe, pero sin embargo el ex canterano madridista no es el mayor goleador en la corta historia del equipo azulón. Roberto transformó 29 dianas dos temporadas, mientras que Manu del Moral, máximo goleador en Primera, consiguió 33 goles. Eso sí, lo hizo en cinco temporadas.
