El Real Valladolid visita al Málaga, otro conjunto en apuros, con el único fin de conseguir tres puntos necesarios para el equipo y la continuidad de Juan Ignacio Martínez
Sábado de carnaval o sábado de cuaresma anticipada para el Real Valladolid. No hay más. O alegría por ganar tres puntos vitales para la permanencia y salir de la zona de descenso; o tristeza absoluta y penitencia por la derrota. También está la posibilidad del empate, pero es un punto que no serviría para mucho, ya que sumando de uno en uno a buen puerto no se puede llegar a estas alturas de la Liga.
Con esa necesidad vital de sumar tres puntos se presenta el Real Valladolid en La Rosaleda para enfrentarse al Málaga mañana, a partir de las cuatro de la tarde. El equipo de Juan Ignacio Martínez llega antepenúltimo una semana más, con veintidós puntos, a tres del Málaga que es el equipo que marca la salvación.
Podrá sonar repetitivo, pero el conjunto blanquivioleta vuelve a jugar una final, al igual que lo era el partido ante el Levante que terminó con un insípido empate a uno que de poco sirve si se quiere conseguir el objetivo, que no es otro que la salvación. Al finalizar dicho encuentro la afición se quedó muda, sin saber qué decir. La indiferencia puede ser mala o buena. Ni aplausos por el punto que se rescató teniéndolo perdido, ni pitos por no ganar un choque vital. Lo que está claro es que tanto el equipo como la afición deben caminar juntos para lograr estar un año más en Primera.
La semana en el seno de Zorrilla se ha desarrollado con esa calma tensa propia de estas situaciones en las que el agua está a punto de llegar al cuello. Muchos eran los rumores que colocaban a Juan Ignacio fuera de Valladolid después del partido del Levante, aunque Carlos Suárez aseguró el fin de semana que el técnico se sentaría en el banquillo de La Rosaleda.
Y una vez más, el equipo ha alternado las sesiones de entrenamiento entre El Plantío de Zaratán y el estadio José Zorrilla, toda vez que el césped de Los Anexos ya se ha retirado y se procederá a colocar uno nuevo que sea de garantías y permita a un equipo de Primera entrenar en las condiciones debidas.
Cuestiones de logística aparte, y volviendo a lo meramente deportivo, Juan Ignacio Martínez y sus futbolistas son conscientes de la transcendencia del partido de mañana. Por eso, el técnico alicantino subrayó en rueda de prensa la importancia del mismo. “Nos jugamos más que tres puntos. No vale hablar; consiste en sumar de tres”. Para ello, busca que el equipo se conjure desde ya: “este partido lo empezamos en el momento en el que montemos en el AVE”.
El entrenador blanquivioleta ha facilitado la lista de convocados esta misma mañana y en la que hay diversas novedades y sorpresas. Óscar, después de cuatro partidos fuera, regresa a la lista tras superar el esguince de tobillo que se hizo ante el Villarreal el 25 de enero. Después de una semana dubitativa, el salmantino podrá estar en el campo del Málaga donde se espera que juegue algunos minutos, aunque no los noventa ya que él mismo reconoció en zona mixta que no se ve preparado para jugar el partido entero.
También está en la convocatoria el guardameta del filial Julio, debido a que Jaime padece un proceso de amigdalitis que no le permite siquiera sentarse en el banquillo. Es la primera vez que el canterano va convocado con el primer equipo tras estar fraguando una gran temporada en el filial.
Fuera de la lista de dieciocho se quedan Jeffrén y Heinz por lesión, mientras que sorprendentemente, Víctor Pérez y Lluís Sastre lo hacen por decisión técnica.
Así pues, los dieciocho hombres con los que Juan Ignacio cuenta para el choque ante el Málaga son: Mariño, Julio, Rukavina, Peña, Bergdich, Valiente, Jesús Rueda, Mitrovic, Rossi, Álvaro Rubio, Baraja, Rama, Omar, Larsson, Óscar, Manucho, Osorio y Javi Guerra.
Por su parte, el Málaga llega al envite de mañana en la decimoséptima posición con veinticinco puntos, tres más que el Real Valladolid. Si se diera el caso de que los blanquivioletas ganaran, ambos conjuntos empatarían a veinticinco y serían los vallisoletanos los que saldrían de puestos de descenso al lograr vencer en el golaverage.
El partido, con estos antecedentes, es un choque casi a vida o muerte, y en Málaga bien lo saben. Para ello, han hecho durante la semana un llamamiento a toda la afición blanquiazul con el fin de que La Rosaleda se convierta en una olla a presión y el Málaga juegue con el ‘doce’.
El entrenador del conjunto andaluz, Bernd Schuster ha convocado a: Willy Caballero, Kameni, Jesús Gámez, Flavio, Antunes, Camacho, El Hamdaoui, Portillo, Santa Cruz, Iakovenko, Pablo Pérez, Tissone, Angeleri, Duda, Sergio Sánchez, Amrabat, Samuel y Juanmi. Fuera de la convocatoria se quedan Welington y Eliseu, ambos lesionados; y Morales, Rescaldani, Casado, Sergi Darder y Pawlowski, por decisión técnica.
Enfrentamientos históricos
El Málaga y el Real Valladolid son viejos conocidos. Ambos equipos se han enfrentado en su historia en la máxima categoría del fútbol español en dieciocho ocasiones en tierras andaluzas. El balance es positivo para los locales, con un total de ocho victorias, frente a los seis empates y cuatro victorias visitantes.
El último encuentro tuvo lugar la temporada pasada y que finalizó con un 2-1 favorable a los malagueños pese a que los blanquivioletas empezaran ganando gracias a un gol de Manucho, que no terminaría el encuentro ya que vio tarjeta roja.
La última victoria blanquivioleta en La Rosaleda data de 2004, cuando el equipo venció por 2-3, con dos goles del protagonista de la semana, que no es otro que Óscar.