Antes de iniciarse el entreno de hoy, hubo conjura de la primera plantilla junto con Carlos Suárez, Juan Carlos Rodríguez y el cuerpo técnico en los vestuarios del José Zorrilla para intentar sacar adelante esta situación. Nadie puede ahora venirse abajo porque queda mucha liga por delante y cada uno tiene que recapacitar sobre lo que sucedido el sábado pasado para volver a ser los que eran.
Tras la sesión, el capitán Alberto Marcos desgranaba a los medios de comunicación lo que se había hablado en la misma: “Si tu corres, peleas y te ganan, pues te vas dolido pero con la cabeza bien alta pero ahora nadie puede irse así. Esto es una carrera y hay equipos que han partido con ventaja. Ahora tenemos que apretar los dientes. Estas situaciones no se las recomiendo a nadie porque ya las he pasado y pondré todo de mi parte para que no se vuelvan a producir. No estamos obligados a jugar bien y estoy convencido de que nadie nos exige jugar bien. Lo que si que nos exigen es correr. De toda la vida, equipo que venia a Zorrilla, sabía que tenía que correr siete veces más que nosotros para ganarnos y ahora no sucede eso. Ha sido nuestro santo y seña durante años y lo hemos perdido. Esto lo veo como si fuera mío y si no creyese que el equipo pudiera reaccionar, me iría a casa. El domingo hay que ir a morir a Santander, tenemos que poner toda la carne en el asador y por lo menos, venir con la cabeza bien alta”.
¿Confían en José Luis Mendilibar?: “Yo tengo confianza plena en el entrenador y voy a poner todo para salir de esta situación. No valen las palabras. Si tengo un rival enfrente, no va a pasar y sólo lo conseguirá si es mejor que yo, pero pondré todo por mi parte para que no lo consiga Podrán ser mejores que nosotros pero los que estamos aquí, no hemos demostrado ser mejores que nadie”.