El Real Valladolid es el único equipo junto al Betis que no ha encadenado dos victorias consecutivas esta Liga, dato que podría romperse este domingo ante el Valencia

Siempre se dice que la salvación para los pequeños equipos de la Liga está en la continuidad partido a partido. Bueno, en la continuidad a lo largo de toda una temporada y en hacer de su estadio una fortaleza lo más inexpugnable posible. Por desgracia, esta es la historia del boxeador, con guantes blanquivioletas, que no sabía asestar dos puñetazos seguidos.
El Real Valladolid tiene este domingo la oportunidad de matar esos dos pájaros de un tiro en la visita del Valencia. Y es que los de Juan Ignacio Martínez no han conseguido hasta el momento encadenar dos victorias consecutivas en lo que va de campaña, una realidad que podría hacerse añicos si los blanquivioletas consiguieran imponerse a los chés.
Dudoso honor que el Valladolid comparte con un único equipo de toda la categoría. Seguro que ya saben quién es el otro. Sí, el Betis, colista de la clasificación. Y a punto estuvo el Pucela de quedarse solo de no ser por la remontada del Málaga en el Benito Villamarín en los últimos diez minutos.
No es ningún secreto que los verdiblancos no son precisamente el mejor ejemplo de regularidad, exactamente igual que el Valladolid, al que le cuesta un mundo hacer 180 buenos minutos seguidos, por lo visto.
Algo que no pasaba el año pasado. Con Djukic al mando, el conjunto blanquivioleta consiguió empalmar en tres ocasiones dos partidos puntuando de tres, si bien es cierto que nunca se alcanzó un ‘nueve de nueve’ con los once triunfos que se cosecharon en la 2012/13. Eso sí, en las dos primeras jornadas ya se había conseguido la maña proeza del ‘seis de seis’, y sino que se lo pregunten a Zaragoza y Levante. Muy pronto se quitó Djukic esa pequeña maldición de la que aún no ha conseguido librarse JIM.
Probablemente ahí resida el problema. Transcurridas 31 jornadas del año pasado, el Real Valladolid ya llevaba diez las nombradas once victorias, mientras que en el presente casi habría que dar las gracias por el número seis que luce en la casilla de triunfos. El rey del empate, con doce súbditos por el momento, tiene sin duda la culpa.
Así las cosas, solo queda mirar a este domingo. El Valencia espera en el horizonte, exactamente a la misma distancia a la que aguarda el desdichado dato a romper. Los jugadores creen, bien claro lo dejaron tras doblegar al Almería. A fin de cuentas, solo se trata de una estadística que indica que el equipo no es regular, pero la realidad es que el Valladolid a día de hoy está fuera de descenso y por tanto depende de sí mismo.
Y qué mejor manera de demostrar a la afición que las cosas han cambiado que conseguir, por fin, seis puntos en dos partidos que supondrían un salto en la clasificación. Porque lo de golpear una sola vez, ya no vale a estas alturas de temporada.
