Javier Torres Gómez, contento no solo con la goleada ante la Cebrereña, sino también con el tramo final de campaña, que el Promesas está afrontando “muy bien”
Foto: Rosa M. Martín
“Nada es sencillo”, sentenciaba Javier Torres Gómez nada más terminar el encuentro entre el Real Valladolid Promesas y la Cebrereña, que se saldó con un cuatro a cero favorable para los blanquivioletas. Puede sonar a tópico, a “no hay rival pequeño”, a una especie de ‘cholismo’ que trata de dignificar cualquier victoria. Ciertamente lógico, pues todo triunfo lleva aparejado una superación de obstáculos.
En opinión del técnico del filial, por el resultado final, “puede parecer que fue fácil”, pero no lo es a estas alturas, con tanto en juego. En esta ocasión, la complicación no la puso tanto el rival, como en otros encuentros, como las propias ocasiones marradas. “Tuvimos muchas en la primera parte, que habrían hecho que el partido se hubiera abierto mucho antes. No las hemos aprovechado”, se lamentaba Javi Torres, aunque contento, porque, con todo, el equipo generó juego y oportunidades. Así lo reconoció:
“Estoy encantado. Durante todo el partido hemos tenido un ritmo alto, no nos hemos relajado, pese al calor, la tensión y que estamos en el final de temporada. Estamos afrontando muy bien este final apretado, que creo que nos va a venir muy bien para el play-off. Vamos a intentar ser campeones, pero, terminemos en la posición que terminemos, esto nos viene bien para la promoción, que va a ser así, a vida o muerte“.
De los cuatro goles conseguidos, tres fueron a balón parado, una faceta que el Promesas trabaja dos veces por semana y en la que Jorge Alonso, segundo entrenador, experimenta. “Insiste mucho en el trabajo de estrategia y entrena con los chicos todo ese aspecto. Hasta ahora no habíamos tenido resultados, pero llevamos dos partidos seguidos obteniéndolos. Es un premio y un reconocimiento a todo el trabajo que hacen”, considera un Torres Gómez.
Con todo, ponderó como importante no solo este tino, sino la capacidad para crear ocasiones mostrada por sus jugadores ante la Cebrereña. “Es lo principal, que luego las metamos o no depende del acierto de uno u otro. Hoy era importante porque hemos podido resolver el partido sin Rubén“, máximo goleador del equipo con veintisiete goles.
Lo mismo viene sucediendo cuando faltan otros jugadores habituales, una de las noticias más positivas en la trayectoria del filial. “Es mérito de la gente que juega menos. Muchas veces no nos acordamos de ellos, pero cuando se les necesita también están ahí”, explicó un técnico que valoró la participación precisamente de uno de estos jugadores, que hasta hace poco competía con el juvenil, Toni. “Tiene mucho desparpajo. A cualquier equipo le viene bien gente que se atreva, que en estos momentos pueda haber savia nueva. Es uno más y está afrontando estos partidos de una manera fenomenal”.