El joven técnico gallego viene de dirigir el pasado curso al Guijuelo, con el que disputó la promoción de ascenso a Segunda División

Foto: Real Valladolid
Tal y como cabía esperar, desde que trascendiera su nombre a finales de la semana pasada, Rubén de la Barrera ha sido confirmado como nuevo entrenador del Real Valladolid Promesas.
El joven entrenador gallego, de veintinueve años, viene a sustituir a Javier Torres Gómez, que continuará dirigiendo en Tercera División, aunque en un grupo distinto, el valenciano, donde llevará las riendas del Villarreal C. Casi nada, a priori. Aunque, si uno ahonda en el historial del coruñés, entenderá que está preparado.
Comenzó su andadura en los banquillos con apenas diecinueve años, lo que implica una experiencia ya dilatada. Lo hizo en equipos modestos de su provincia, como son el Ural, el Arteixo y el Montañeros, para luego trasladarse a Castilla y León, donde dirigió al Villaralbo dos años, en los que se enfrentó a su nuevo conjunto e hizo historia, al conseguir las mejores clasificaciones históricas del club zamorano.
Sin salir de la región, dio el salto de categoría la pasada temporada, cambiando, eso sí, de provincia. Entrenó al Guijuelo, a quien estuvo cerca de ascender a Segunda División, algo que sorprendió a propios y extraños, pues el objetivo no era siquiera entrar en promoción. Logró, también en Salamanca, un hito en la historia de la entidad que dirigía, y llamar la atención de otras de mayor tradición y estatus.
Pero, pese al interés y las ofertas que llegaron de otras plazas, ha elegido Valladolid. Seguro, como se muestra en cada decisión, y como lo hará en el banquillo de un filial que aguardaba el fichaje de su técnico como impulso para acometer una renovación que comenzó con la firma de Jorge Hernández y que ha de proseguir con la prórroga del vínculo de varios de sus puntales.
Formarán parte de su cuerpo técnico dos viejos conocidos, el preparador físico Julio Hernando y el entrenador de porteros Juan Carlos Martínez; no así el que venía siendo segundo de a bordo en los últimos años, Jorge Alonso. Le sustituye Miguel Escalona, un técnico andaluz de veintiocho años que, en su etapa como jugador, estuvo ligado al fútbol modesto andaluz.
Formado en las categorías inferiores del Granada –ciudad donde nació–, llegó hasta su filial. Posteriormente, ocupó su posición natural de central en equipos de Tercera División como el Arenas de Armilla o el Santa Fe. Cuando colgó las botas, en el Carolinense de la Primera Andaluza, en 2011, ya ejercía como preparador físico, de nuevo, en el Granada, en su Juvenil Preferente, labor que desempeñó también en el Roquetas de Mar.
Tal y como adelantó este portal, el veintiuno de julio arrancará su nuevo proyecto. Un proyecto de JASP, de Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados, que dio el pistoletazo de salida con Rubi y continúa con un técnico aún más joven que el catalán, un Rubén de la Barrera que tendrá como objetivo lograr la permanencia a la vez que forma y surte de jugadores al primer plantel.
