Como el primer equipo, el filial está pendiente de llegadas y salidas, así como de la resolución de los pagos pendientes a los jugadores que formaron parte del equipo del ascenso

Si el primer equipo empezará la concentración de pretemporada en Mondariz falto de seis o siete refuerzos, no muchos menos necesitará acometer el Real Valladolid B que hoy arranca su preparación. Acometida gran parte de la ‘operación salida’, Rubi sigue a la espera de que lleguen varios jugadores, alguno de los cuales se podrían demorar hasta bien entrado el mes de agosto. Como podría suceder con algunas caras nuevas con las que trabajará de la Barrera.
El filial blanquivioleta iniciará sus entrenamientos a medio construir, habida cuenta de que varios de los que se presupone que serán puntales durante el curso son hoy parte de la primera plantilla y de que el mercado está aún pendiente de alcanzar un mayor estado de ebullición en el que, además de las salidas que están por concretarse, se den varias llegadas.
La semana pasada se esperaba el anuncio del fichaje de un portero, ya cerrado, que empezaría a trabajar con el todavía juvenil Dani Hernández. El palentino, en quien hay mucha confianza depositada a largo plazo, apurará su última etapa puramente formativa como tercer guardameta, y del que está por llegar se espera que compita y apriete a Julio.
En la línea defensiva, Rubén de la Barrera no tendrá, de inicio, a Xavi Carmona y a Iván Casado, con el primer equipo; sí a Juanmi, Fran No, Ramiro y el juvenil Mario Robles. Ante la falta de un lateral derecho, no sería descartable ver en ese puesto a Teto, extremo derecho que actuó ahí en algún momento de la temporada pasada, o a José, quien se cree que podría tener un recorrido semejante.
En la zona ancha empezarán a trabajar cuatro mediocentros, Alberto, Álex Rabadán, el juvenil Pelayo y Víctor Frías, que estará a prueba, como Hassan, que puede actuar bien como pivote o unos metros por delante. Javi Navas, Toni y los ya citados José y Teto son los extremos con los que se cuenta a día de hoy, al margen de Juanjo, a quien se le quiere dar salida, como a varios jugadores más.
Y arriba, mientras Jorge Hernández y Sekou trabajan con Rubi, estarán Fran Adeva e Isma Casado, todavía juvenil. El primero, sin embargo, está en una situación equiparable a la de varios de sus compañeros: comenzará a trabajar con los demás, pero no se descarta que se termine marchando si la dirección deportiva encuentra algo mejor para su posición, como pretende.
Así, y salvo que haya alguna novedad en las próximas horas, esta es la configuración del ‘primer’ Promesas de la pretemporada:
- Portero: Dani Hernández.
- Defensas: Juanmi, Fran No, Ramiro y Mario Robles.
- Centrocampistas: Alberto, Álex Rabadán, Pelayo, Víctor Frías, Hassan, Javi Navas, Toni, José y Teto.
- Delanteros: Fran Adeva e Isma Casado.
Lo que se espera del mercado

Recapitulemos: hace falta un portero. Y, además, llegarán varios fichajes más, en función no solo de las necesidades, sino también del presupuesto con el que se cuenta, muy ajustado. Tal es así que la dirección deportiva ha pedido a varios jugadores con contrato que aceptasen una rebaja en su salario y a otros que han renovado que hicieran “un esfuerzo” por quedarse.
Así, fuentes cercanas al club hablan de un recorte en el presupuesto que oscila entre el treinta y el cuarenta por ciento, a pesar del ascenso, lo que, no obstante, no ha provocado ninguna marcha dramática, ya que los que no siguen son aquellos con los que no se contaba –véase Clyde o Guilherme– o con los que se esperaba un escenario como el que se ha dado –Pesca o Amaro–.
El principal escollo que Cata se está encontrando a la hora de confeccionar la plantilla es pecuniario, no ya por las apreturas, sino porque gran parte de los contratos que la anterior cúpula deportiva dejó firmados están fuera de mercado.
Con todo, la intención es que el número de efectivos esté alrededor de la veintena, a fin, también, de contar lo máximo posible con jugadores del División de Honor. Y como la idea de Rubén de la Barrera es dibujar –como en sus anteriores equipos– un 4-3-3, se espera que el plantel esté conformado por dos porteros, cinco o seis defensas, cinco centrocampistas, cuatro extremos y dos delanteros.
De todos estos, han de venir un cancerbero, dos centrocampistas, un extremo derecho y un punta, a los que se les podría sumar un defensa que sea polivalente si el mercado ofrece algo que se ajuste a la realidad del Promesas. Aunque, además de entrar, hay que dejar salir. Y hay varios jugadores con muchas papeletas para hacerlo.
A falta de confirmación oficial, Adrián, Vadillo y Keven son ya pasado. Y Juanjo se encuentra en Valladolid para negociar su rescisión o incorporarse al equipo –es su intención hacerlo si no se llega a un acuerdo–. Pero, previsiblemente, quedarán todavía varias salidas por darse. Si llega un atacante, como es la intención, saldrá Fran Adeva. Si llegan los dos centrocampistas, podría hacerlo Álex Rabadán. Y si arriba el extremo derecho anhelado, bien José o bien Teto sobrarían.
Tema impagos
No solo la confección de la plantilla ocupa a la dirección deportiva. Sin llegar a preocupar en exceso, por el momento, también lo hacen las denuncias interpuestas por componentes del plantel que logró el ascenso al sindicato de futbolistas (AFE). Y no llega a preocupar, por ahora, porque desde la entidad confían en solucionar los problemas lo antes posible, a fin que la competición en Segunda B esté, ya sí, cuanto antes, garantizada.
A los jugadores se les adeuda entre cuatro y cinco pagas, cuyas cantidades alcanzan o superan, en algunos casos, los diez mil euros. El mayor número de demandas proviene de jugadores que el pasado día treinta de junio dejaron de ser blanquivioletas, si bien algunos que formarán parte de la plantilla del Promesas este año –los menos– también han denunciado.
