La primera doble sesión de trabajo en Pontevedra aumenta la carga de trabajo física y sirve para ahondar en los planteamientos tácticos de Rubi y su cuerpo técnico

En su última rueda de prensa antes de partir hacia el stage de Mondariz, Rubi advirtió de que, en la concentración, aumentaría la carga de trabajo. Quien avisa no es traidor, dicen, y así es en el caso del técnico blanquivioleta, que planteó una doble sesión de mucha intensidad en el primer día en la localidad pontevedresa.
Por la mañana, en el campo de A Lagoa, el trabajo fue eminentemente físico, con una dinámica que se repetirá en los próximos días. Le siguió una sesión de crioterapia natural en el río Tea, con la finalidad de recuperar unos músculos que, sin contratiempos serios en ningún jugador, sí comienzan a notar la fatiga habitual de estas fechas. Ya por la tarde, en A Lomba, en la localidad cercana de Ponteareas, se volvió a incidir en lo técnico-táctico.
A excepción del jueves, cuando habrá solo un entrenamiento, este será el esquema de trabajo que seguirá el equipo, incluidos el sábado y el domingo, cuando disputarán sendos amistosos ante el Pontevedra, en el remozado estadio de Pasarón, y ante la Cultural de Areas, en A Lomba, antes de volver a Valladolid.
De ‘Heartbreak Nine’ a ‘Billy el Niño’
Había una vez un delantero rompecorazones que vestía la camiseta del Real Valladolid. Haciendo honor a su posición, marcó y marcó, hasta que hizo gala de su capacidad para enamorar a sus aficionados. De nombre Javi Guerra, marcó y marcó hasta que un buen día se cansó y buscó perforar otras metas. Se fue a Gales, donde ya es Javi War, y le dejó su nueve a Roger, también conocido como ‘Billy el Niño’.

El heredero del dorsal de los campeones, recién llegado del Levante, previo paso por el Zaragoza, sabe que no será tarea fácil sustituir a su antecesor, algo que, sin embargo, lejos de asustarle, le motiva. “Estoy dispuesto y capacitado para asumir esa responsabilidad. Estoy muy tranquilo y confío en mis posibilidades. Soy joven; es el momento que estaba buscando, es el momento de crecer”, advierte.
Contento con su llegada y con cómo ha sido acogido, reconoce que Valladolid es una ciudad “muy cómoda” y que en el vestuario ha sido “aceptado muy bien”. Y no es para menos, pues lleva en la mirada escrita la palabra gol, necesaria para subir a Primera, donde “tiene que estar el club”, como grande que, en su opinión, es.
Y avisa, a su nueva afición, ávida de nuevos ídolos, y a los rivales. “Ojalá pueda superar los doce goles de la temporada pasada, aunque me importa más que sean goles importantes que permitan sumar al equipo”. ¿Avisa? Amenaza. “Seguro que saco las pistolas en Zorrilla”.
