El Real Valladolid consiguió un empate en Huelva, jugando con un jugador menos toda la segunda parte tras la expulsión de Tekio.
El encuentro comenzó con un Real Valladolid decidido a adelantarse pronto, los discípulos de Djukic, que vio el partido desde la grada por sanción, salieron al terreno de juego con la defensa muy adelantada e imprimiendo una fuerte presión sobre los onubenses.
Los blanquivioletas, asfixiando al rival desde el pitido inicial, gozaron de su primera ocasión cuando todavía no se había cumplido el primer minuto de juego. Alberto Bueno probó los reflejos de Manu con fuerte disparo desde fuera del área, el asturiano se vio obligado a mandar el balón a córner.
Solo dos minutos después seria Marquitos el que probase fortuna pero su remate mordido no inquietó el marco recreativista. El conjunto local, hasta el momento maniatado por la fuerte presión pucelana, reaccionó con una incorporación del lateral derecho Ximo Navarro, que tras irse de Balenziaga y encontrar posición de remate mandó su disparo sobre el cuerpo de su compañero Pablo Sánchez que evitó que el esférico pusiese en apuros a Jaime.
El Valladolid, tras esa ocasión recreativista, siguió manteniendo la defensa adelantada, pero bajó su presión, tras no poder adelantarse en los primeros minutos de juego, con el fin de no incurrir en demasiado desgaste.
Esta bajada del ‘pressing’ visitante fue aprovechada por el Recre para asentarse en el terreno de juego. El conjunto de Cervera encontró, además, la posibilidad de superar al Real Valladolid entrando por la banda derecha, con un Javi Álamo muy activo. Precisamente en un centro del ex jugador del Real Unión Juan Villar tuvo la posibilidad de anotar el primero, pero su remate se marchó por encima del larguero.
El Recre siguió intentando superar la defensa adelantada del Valladolid, que una vez más jugaron al límite. En dos jugadas le salió bien la jugada a los blanquivioletas, ya que Sergi Enrich incurrió en fuera de juego al partir desde posición más adelantada, pero en la tercera, Juan Villar, apareciendo entre líneas, sorprendió a la zaga obligando a Tekio a agarrarle dentro del área. Penalty justo y expulsión del lateral murciano. El conjunto de Djukic se quedó en inferioridad numérica y Pablo Sánchez no falló la pena máxima adelantado a los suyos con un fuerte disparo desde los once metros a la derecha de Jaime, que no pudo hacer nada.
El partido parecía cambiar de guión a tenor de las circunstancias ocurridas cuando no se había cumplido ni la media hora de juego, sin embargo no fue así y el Real Valladolid siguió siendo fiel a su estilo buscando la meta de Manu a pesar de la inferioridad numérica. No obstante, Djukic se vio obligado a reforzar la zaga con la entrada de Mongil por Bueno.
Sisi, que ya estaba siendo uno de los más destacados del partido, asumió el mando al que el brazalete le obliga convirtiéndose en un incordio para la zaga blanquiazul. El que fuera ex jugador del Recre, extramotivado en el regreso al que fue su estadio, apareció a lo largo de los noventa minutos por todos los lados, aunque partiendo inicialmente desde la izquierda.
Precisamente en una falta cometida sobre él en uno de sus imnumerables desbordes llegaría la mejor ocasión del Valladolid antes del descanso.
Víctor Pérez colgó un balón, Guerra lo peinó al primer palo y Marc Valiente, de nuevo de cabeza, apunto estuvo de superar a Manu pero un defensa lo evitó cuando ya se cantaba gol. La réplica la dio acto seguido el Recre con un centro-chut de Álamo que mandó a córner Jaime.
En los últimos minutos de la primera parte ambos equipos bajaron la intensidad para reservar fuerzas de cara al segundo periodo. Este segundo acto comenzó igual que el primero, con el Valladolid acosando la meta defendida por Manu, con la única diferencia de que, en esta ocasión, los blanquivioletas salían de los vestuarios con uno menos, una inferioridad que no se notó en ningún momento del encuentro.
Guerra sería el primero en avisar, tras una buena jugada colectiva que nació de las botas de la conexión Balenziaga-Sisi, lo mejor del partido, y que, tras pasar por Nafti, finalizó con un pase de Víctor Pérez a Guerra que, a la media vuelta, lanzó muy desviado.
El pichichi de la pasada campaña se quejó de un agarrón dentro del área que no le permitió rematar en condiciones. Poco después sería Marquitos el que conjurase el peligro tras una jugada personal en el área en la que, tras irse de varios rivales, llegó sin fuerzas para rematar con garantías ante Manu.
De nuevo tras un arreón inicial sin éxito y, esta vez, con la excusa de jugar con uno menos, el Valladolid bajó un poco el pistón y el Recre se creyó que podía sentenciar el partido. Así un centro de Córcoles, que había entrado tras el descanso sustituyendo a Ximo Navarro, fue rematado por Sergio Enrich completamente sólo por encima del larguero.
En la siguiente jugada fue el Valladolid el que estuvo apunto de golpear, en un balón luchado por Marquitos que propició una falta de entendimiento entre Cifu y Manu, sin embargo el interior pucelano no se pudo aprovechar del rechace con la portería vacía ya que el ex lateral del Valladolid estuvo rápido para enmendar su error. Entre tanto, salió al terreno de juego Manucho, debutante en Liga, que no aportó demasiado al fútbol de ataque pucelano.
El Recre, herido de orgullo, decidió darle una marcha más al partido mediada la segunda parte, fue el momento en el que el Real Valladolid aparentó estar desaparecido. Durante varios minutos el conjunto onubense se acercó con peligro sobre la meta pucelana en las botas de Villar que erró un mano a mano ante Jaime y mandó una volea al lateral de la red.
Cuando más sufría el Valladolid llegó el milagro, un córner botado por Víctor Pérez era cabeceado por Jesús Rueda tras acudir a buscar el balón al primer palo, el canterano anotaba así su primer gol con la camiseta del primer equipo y le daba a los de Djukic un punto tan merecido como a la vez injusto, porque el esfuerzo de los jugadores blanquivioletas mereció todavía más, sobre todo teniendo en cuenta que llegaron a jugar varios minutos con dos hombre menos durante el tiempo en el que Marc Valiente estaba siendo atendido en la banda tras un golpe, poco antes del gol de Rueda.
Tras el empate, el Recre tuvo en dos ocasiones la posibilidad de volver a adelantarse, primero con un remate certero de Pablo Sánchez que se marchó desviado por poco y más tarde, casi sobre la bocina, con un duro disparo de Álamo que Jaime atrapó en dos ocasiones.
El pitido del árbitro fue un alivio para el Valladolid que estaba viendo como se podía perder el punto que con tanto esfuerzo se había ganado. Ahora queda la pregunta de ¿Qué hubiese pasado en igualdad numérica? Nunca lo sabremos…