
Algún hipocondriaco, sabedor del carácter sufrido del futbol vallisoletano, acudiría al Nuevo José Zorrilla temeroso, inquieto, pensando en un posible tropiezo del Real Valladolid. Olvidando a Guerra. Olvidando a Anquela.
El técnico jienense dejó en el banquillo, contra todo pronóstico, a jugadores de la importancia de Montañés, los ex blanquivioletas Fernando Sales y Borja y su máximo goleador, un sorprendente Quini cuyo futuro vinculan muchos al del Real Valladolid.
El punta malacitano, sin disputar su mejor encuentro, volvió a ser letal de cara a la portería contraria, una meta perforada por él en dos ocasiones, suficientes para disipar cualquier tipo de duda sobre la clasificación para el play-off.
Completado el trámite y cumplido el objetivo marcado a inicios de año, el conjunto blanquivioleta pugnará por la última de las plazas que dan derecho a jugar en la primera división la próxima temporada.
De la posible noche de transistores se pasó a una noche plácida, en la que el impetuoso arranque del equipo de Abel Resino restó tensión apenas transcurridos diez minutos. Peña puso el balón y Guerra superó a Eladio mientras el Elche vencía ya al Xerez por dos goles a cero.
Seis minutos después, Javi Baraja puso la nota más negativa al encuentro con una lesión muscular que probablemente acabe con sus participaciones esta temporada. La menos, pero también relevante, es la tarjeta vista por Juanito, que no podrá estar en la ida del play-off.
Poco después, en el veinticuatro, otra vez Javi Guerra anotaba tras recibir otro centro desde la banda zurda, en esta ocasión de un Jofre Mateu muy activo y que vio como en el segundo periodo Miranda Torres acertaba a anularle un gol.
Feneció prácticamente ahí el encuentro. El Alcorcón, después de su empate frente al Betis la pasada semana, no se jugaba nada, y así lo demostró. Con el “excelente” ya logrado como nota de la temporada, en la segunda mitad pareció haber un pacto de no agresión.
Javi Guerra tuvo media hora de descanso, Bacari media hora para correr y poco más, a Jordi nadie le buscó las cosquillas y la amarilla que terminaría con su suspensión, Álvaro Rubio y Nafti continuaron acoplándose a jugar juntos… Y hasta ahí.
La afición hizo la ola ya pensando en el próximo partido, el que enfrentará a los albivioletas el próximo jueves al Elche en la ida del play-off.