El nuevo patrocinador principal del Real Valladolid lleva desde 2010 ligado al deporte, en el que entró de la mano del Balonmano Valladolid
Foto: El Norte de Castilla
Cuatro Rayas más siete, las de la camiseta del Real Valladolid, pretenden y prometen sumar, además de once, sinergias que lleven al crecimiento. De la marca vitivinícola y de un club que pretende que su estancia en la Segunda División sea lo más corta posible.
Cuatro Rayas, nuevo y anhelado patrocinador principal de la entidad que preside Carlos Suárez, es ya, de pleno derecho, una bodega de contrastado prestigio, referente en la variante verdejo y embotelladora del veinte por ciento de los vinos de la Denominación de Origen Rueda. Por la calidad de sus productos, pero también por sus estrategias de posicionamiento en el mercado, entre las que están el mecenazgo que en los últimos años viene desarrollando con diferentes entidades y eventos.
Entre estas acciones se encuentra el apoyo casi incondicional al deporte vallisoletano, cuya máxima expresión ha sido el patrocinio durante cuatro años del Club Balonmano Valladolid, desde 2010 hasta su triste desaparición este verano. Aunque hay más. Vaya si hay.
En diciembre del pasado año, cuando las apreturas ahogaban al Club Baloncesto Valladolid, salió en su ayuda con una aportación económica que El Día de Valladolid cifró en diez mil euros. Cierto es que obtuvieron también su rédito, con la visibilidad de la marca en un entorno altamente proclive como es la ACB, probablemente, la mejor liga del baloncesto FIBA. Pero no deja de ser reseñable si se tiene en cuenta que el antiguo Fórum estaba a las puertas de la desaparición.
En la presentación de dicho acuerdo, Vicente Orihuela, director gerente de Cuatro Rayas, no puso tapones. Más bien al contrario, hizo de playmaker al reconocer que su entrada en el baloncesto tenía como fin aumentar esa visibilidad y buscar “una rentabilidad simbiótica. Como simbiótico será su vínculo al Real Valladolid, pese al descenso.
A pesar de que en las grandes cabeceras y espacios periodísticos prácticamente se excluye no ya a la Segunda División, sino también a por lo menos quince clubes de Primera, lo cierto es que hay vida más allá de los fueraborda de la comunicación, de las portadas y los minutos de oro. Aunque la percepción que puede existir es que solo cuentan unos pocos, aun en Segunda, al Valladolid se le verá. Y con él, a Cuatro Rayas.
El periodismo ‘descentralizado’ e Internet colaborarán en que así suceda. Como las retransmisiones, bien televisivas o bien a través de la Red, de los encuentros que el Pucela disputará esta temporada. Sin ir más lejos, los cuatro primeros partidos serán televisados, tres de ellos en abierto. Por lo que soportes habrá de sobra para que la estrategia de la bodega se cumpla.
Este interés, lícito e intrínseco, va más allá. Cuatro Rayas no es solo una marca que mostrar, sino también comprometida con lo local, con lo que le es cercano. Además de con el CB Valladolid, ha colaborado con otros clubes de élite de la ciudad, con la Fundación Real Valladolid o con otras acciones vinculadas al deporte, como el I Torneo de Veteranos de Balonmano o el trofeo benéfico en memoria del exjugador del BM Valladolid Óscar Perales, así como en con las categorías inferiores del club.
Por todo, han recibido varios premios no solo por la calidad de sus vinos, sino también por su acertada estrategia de comunicación. Entre otros, fueron galardonados en 2011 en la V Edición de los premios Castilla y León Económica-Foro Burgos por las acciones llevadas a cabo para aumentar la notoriedad de la marca Cuatro Rayas, entre las cuales el jurado destacó el lanzamiento de la primera memoria de Responsabilidad Social empresarial o el ya conocido patrocinio del Balonmano Valladolid.
Con todo, la cooperativa vitivinícola parece una apuesta segura por un patrocinio comprometido; por una unión firmada por tres años con una marca de la casa, que ya estaba y era, pero que, con el nuevo acuerdo, será aún más Valladolid, que diría el serbio aquel.