El play off ocupa sin duda la mayoría de las conversaciones de esta semana para los aficionados del Valladolid, como es lógico. Los seguidores están pensando ya en el trascendental partido del sábado ante el Alcorcón y en ir a animar a Zorrilla. Pero liguilla de ascenso aparte, hay otro tema que se ha tratado casi de manera superficial, como si apenas fuera asunto del Pucela. La posible vuelta de Fabricio a Valladolid, cuando el portero había dejado claro que no quería volver, ha hecho que se replantee la situación en la portería, más teniendo en cuenta que Justo Villar y Jacobo se irán al terminar esta temporada.
Con estos dos a punto de marcharse, Javi Jiménez parece que será el portero del futuro. Salvo sorpresa, no se moverá de aquí. Por su parte Jacobo, eterna víctima en la ciudad de Valladolid, no volverá a vestir la camiseta blanquivioleta. Justo Villar tiene sobre la mesa una oferta del club para renovar, pero es complicado que la acepte. Lo que por cierto considero una lástima, ya que ha cumplido siempre que ha jugado y ha asumido su suplencia a pesar de ser el jugador con más nombre internacional de toda la plantilla. Pero, ¿y Fabricio?
El Real Valladolid ha hecho público que por ahora lo único importante es la lucha por el ascenso. En este momento no se hablará de idas y de venidas. El portero, que ha pasado la temporada cedido en el Recreativo, ha firmado una buena campaña con poco menos de 0´9 goles encajados por partido. Solo Andrés Fernández, portero del Huesca con 0´84 goles por partido, ha impedido que Fabricio se haga con el Zamora de la categoría. Es cierto que Fabri dijo en su día que no quería volver, pero por aquel entonces el Recreativo todavía tenía alguna posibilidad de ascender. Ahora puede pagar su incontinencia verbal.
Pero a pesar de todo, en mi opinión, Fabricio merece una oportunidad. Puede que su actitud le llevara a decir que se encontraba a gusto en Huelva y que no tenía porqué regresar, pero me parece que sus cualidades como guardameta y su buena proyección bien merecen estar en Valladolid y perdonarle aquello que dijo de que no quería volver a Pucela. A fin de cuentas tiene mucho potencial con 23 años, y este internacional en las categorías inferiores de España estoy seguro que tiene mucho por ofrecer como guardameta.
Claro está, todo esto no valdría de nada si el propio Fabricio no ha cambiado de parecer y continúa sin interés en regresar. De ser así, no habría más discusión. Pero en el caso contrario, el club también debería estar interesado en su vuelta y en ejercer la opción de recompra y la opción de prolongar su contrato hasta junio de 2012, en un año que Fabricio tendría para convencer al club y a los aficionados.