Análisis del próximo rival del Real Valladolid
Tras un buen comienzo, que no pare la fiesta. Con semejante mentalidad afronta el Real Valladolid su próximo compromiso en Segunda División ante el que se empieza a convertir en un clásico como es el Lugo. Pero no hay tiempo para sentimentalismos en la categoría de plata, donde todo se iguala y el primer clasificado es capaz de caer de manera estrepitosa ante el último.
Por eso Rubi no quiere confianzas y ha dejado bien claro que el equipo jugará siempre igual en casa que fuera, con la idea de consolidar un estilo que permita pasear al equipo con la cabeza alta por todos los campos de Segunda División. Los seis puntos, y la opción del primer liderato del año, esperan en Anxo Carro.
Duro en casa
El problema es que los gallegos no lo pondrán precisamente fácil. Como también vino a avisar Rubi en la comparecencia previa al partido de este jueves, el Lugo se trata de un conjunto creativo, de tocar el balón y gustarse por momentos, pese a quien pudiera pensar lo contrario por lo ‘pequeño’ de su categoría. Mucho tiene que ver en esto su entrenador Quique Setién, que pese a su corta trayectoria como técnico, se define como un pelotero consumado.
Solo así consiguió ascender a la escuadra gallega a Segunda, hace ya dos años, y mantenerla dos temporadas consecutivas. Pero no solo es cuestión de juego. El Lugo ha sabido establecerse en la categoría a base de hacerse fuerte en casa, y ese es precisamente uno de los puntos que más teme Rubi.
Ya el año pasado consiguieron cumplir la ley no escrita que dicta que todo aquel equipo que quiera salvar la categoría, debe comenzar cimentando su imperio en su propia casa. De esta manera, los albirrojos se auparon hasta la duodécima plaza de la tabla a base de victorias y buenos resultados en casa, hasta el punto de conseguir dos terceras partes de la salvación ante su afición.
El objetivo de esta temporada es claro, y en realidad se asemeja bastante al del año pasado. Terminar de consolidar al equipo en Segunda –y es que a la tercera va la vencida–, para que, en caso de que las cosas marchen demasiado bien a lo largo de la campaña, poder aspirar a cotas más altas.
Plantilla joven, pero con ganas
Como no podía ser de otra manera para un equipo de estas circunstancias, el Lugo ha tenido que formar una plantilla de garantías con economía de guerra. Mucha cantera y poco nombre, pero mucho hombre. Con Iago Díaz asentado en el primer plantel, otros canteranos lucharán por abrirse hueco, mientras que otros como el exblanquivioleta Aganzo o Jonatan Valle –por suerte para el Real Valladolid, lesionado–, aportan esa puntita de calidad necesaria que todo conjunto humilde necesita para llegar alto.
La primera toma de contacto con la Liga la semana pasada, ante el no descendido Mirandés, obtuvo como resultado un choque nulo. Empate a cero en el que el Lugo quizá mereció más, pero en que también se dejaron ver algunas carencias defensivas todavía por pulir, que por fortuna para los gallegos, no terminaron en ningún gol en contra.
La cuestión es que después de este encuentro el Lugo quiere resarcirse ante su afición en el que será el primer partido de la temporada en Anxo Carro, y da igual quién esté delante; un aspirante al ascenso, al descenso o a la zona templada. Los tres primeros puntos son los tres primeros puntos.
Curiosidad del rival de esta jornada: Ya se ha encargado de recordarlo la prensa vallisoletana esta semana, pero Óscar Díaz tendrá sensaciones encontradas este fin de semana en Lugo. El delantero militó en el conjunto albirrojo hace dos temporadas, quizá la mejor de su carrera, donde materializó quince dianas en 38 partidos.