
Este verano regresaba a Valladolid el hijo pródigo: Óscar González. Después de su periplo por Zaragoza y Olympiakos, firmaba por una única temporada con el Real Valladolid a petición suya porque quería ver como respondía.
Además, cuando firmó contrato prometió que si hubiera problemas de cobro, no tendría inconveniente de ser el último en reclamarlo. Todo un ejemplo de un futbolista que ahora se ha reencontrado con el cariño del club donde se crió.
Estas eran sus impresiones a la conclusión de la sesión preparatoria de hoy: “Aún quedan dos jornadas y nos falta un punto para entrar en los play-offs. A ver si lo conseguimos. A Huesca, tenemos que ir a por la victoria y luego según se dé el partido, el empate podría ser bueno pero siempre buscando la victoria para quedar lo más arriba posible. Todos estamos concentrados en conseguir la victoria. El Huesca es un equipo difícil pero estamos todos concentrados porque necesitamos los tres puntos”.
Y una vez en los play-offs, ¿hay algún rival al que quisiera evitar Óscar?: “No tengo ninguna preferencia. Son todos fuertes y si han llegado ahí es por algo pero si se puede evitar, para mí el Granada es el más fuerte. Luego la vuelta la preferiría en casa pero sobre todo por la gente para que no sea un miércoles”.