Analisis del próximo rival del Real Valladolid
Decía Rubi en la última rueda de prensa de la semana que conseguir un segundo triunfo consecutivo a domicilio sería “la leche”. Sola, o solo con azúcar, el que viene poniendo su Real Valladolid a los pocos partidos que llevamos de temporada; pues el café, parece, se ha acabado. Al menos por el momento, se acabaron las noches sin dormir por la ausencia de victorias. Se acabó la cafeína, o ese poso queda de los primeros y últimos partidos. Este es otro Pucela…
… que debe dar “un pasito adelante” en Alcorcón. Las sensaciones, por ahora, son buenas; halagüeñas. Pero el fútbol es futuro y presente, y el más inmediato pasa por Santo Domingo, por doblegar a un conjunto, el alfarero, que también ha comenzado bien el curso, con seis puntos sobre nueve. Los únicos que ha dejado escapar han sido ante el Girona, momentáneo líder. Dicho sea de paso, en su casa.
“Al límite de la intensidad”, experimentado y con calidad
En su última comparecencia pública, explicó también Rubi que el Alcorcón es un equipo que compite “al límite de la intensidad”. “Cómo no hacerlo, si su entrenador es Bordalás?”, pensará más de uno. Nagore o Verdés en defensa, Sergio Mora o Rubén Sanz en el medio y David Rodríguez en el ataque aseguran, cada cual a su manera, esa intensidad; bien en la presión o en la marca. Y algo más.
Como Escassi, Máyor o Falcón –uno de los mejores porteros de la categoría, junto a Javi Varas, Adán o su nuevo compañero, Javi Jiménez–, aseguran experiencia en Segunda al servicio de un técnico capaz de imprimir carácter a cada jugador que entrena. Salvando las distancias, amplias e importantes, por trayectoria y concepción del fútbol, en este punto se le podría comparar con José Luis Mendilibar; pues ninguno de los dos gusta de bailarinas; ambos prefieren gladiadores (no todos exentos de calidad).
Es por ello que, a pesar de la amplia remodelación que ha sufrido el plantel, por ahora han sabido competir y se sitúan en la mitad alta de la clasificación, como el Real Valladolid, zona a la que quieren y deben aspirar. No en vano, varios de los hombres anteriormente citados podrían estar en una hipotética lista de mejores jugadores de la categoría en sus diferentes posiciones.
Defensa sólida; duros en casa
No en vano, la pareja de porteros que conforman Falcón – Javi Jiménez es, probablemente, la mejor de las veintidós plantillas de Segunda. Y, aunque han perdido a Babin, puntal defensivo en los últimos años, Verdés es un sustituto de garantías, al que hay que sumar otros dos refuerzos de nivel; los dos laterales: Bellvís y Nagore.
La parcela trasera ha sido completamente remozada hasta el punto de que los cinco titulares (portero más cuatro zagueros) podrían ser nuevos, si bien, por ahora, Ángel se mantiene en el costado izquierdo como titular impertérrito. El objetivo, con todos esos refuerzos, empero, era claro: dotar a Bordalás de jugadores aguerridos que permitan convertir al Alcorcón en uno de los conjuntos menos goleados de la categoría, una de las claves de cualquier posible éxito.
Otro de los aspectos importantes para saborear la miel y recoger el laurel es ser fuertes en Santo Domingo, algo que ya vienen haciendo en los últimos años, desde su ascenso a la Liga Adelante allá por 2010. Desde entonces, jamás han sido el mejor en casa, pero siempre uno de los mejores, haciendo buena esa solidez defensiva casi intrínseca de los amarillos. Siempre han estado entre los equipos que menos encajan como locales y nunca han perdido más de cinco en fase regular.
En su primer curso (2010/11) en el fútbol profesional lo hicieron cuatro veces. Ante su próximo rival, el Real Valladolid, lograron un sorprendente triunfo por uno a cero que terminó por provocar la destitución de Antonio Gómez. Al año siguiente, tres equipos se llevaron los tres puntos de Santo Domingo, allí donde el Pucela forjó el ascenso, para mayor gloria de su afición. Y, en las dos campañas que nos preceden, perdieron cuatro y cinco veces, respectivamente.

Vaya, que sí; que Rubi tiene razón. No será fácil, por la calidad de sus efectivos, por su manera de jugar y porque Santo Domingo, sin ser un fortín, se le parece. Aunque, decíamos, el Valladolid ya no quiere café y noches en vela. Es mejor “la leche” del triunfo y los “pasitos adelante”.
Curiosidad de la semana: El Alcorcón es el equipo que más se ha reforzado de la categoría, junto con el Mirandés, con hasta diecisiete caras nuevas; varios descartes de Primera –Nagore y Javi Jiménez, del Levante, Arturo y Fran Rey cedidos del Córdoba, Anderson, del Málaga, y Charlie Dean del Elche–, tres jugadores procedentes de conjuntos descendidos a Segunda B, como Óscar Plano (Castilla), Falcón o Escassi –ambos del Hércules–, un puñado de filiales o rivales y tres de fuera de España, Álvaro Rey (Columbus, de la MLS), Buaillon (Standard de Lieja belga) y David Rodríguez (Brighton británico).
