Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Segunda División, qué duda cabe, es una plaza complicada para cualquiera de los veintidós equipos de la categoría. Al simple hecho de militar en la categoría de plata, se une el hándicap de que todo está mucho más igualado y que cualquier escuadra bien formada puede derrocar a cualquier otra, da igual en qué puesto de la tabla se encuentren las dos. Como si el primero es el líder destacado y el segundo el colista hundido en la miseria.
Pues algo parecido le ocurre al próximo rival del Real Valladolid, el Tenerife, en cuanto a objetivos personales se refiere para la presente campaña. El club presidido por Miguel Concepción consiguió solventar de manera bastante holgada la permanencia la temporada pasada, de manera que la meta para la presente pasa por salvarse primero y buscar cotas más altas después. Todo un canto a cómo vayan saliendo las cosas desde el primer momento.
Victoria, al fin
Y justo los tinerfeños aterrizan en Zorrilla después de cortar una fatal racha personal, de esas que ponen muy nerviosa a la afición. Hasta diez jornadas consecutivas, sí, diez, había cosechado el Tenerife en Liga sin conocer la victoria, entre las siete últimas de la Liga 2013/2014 y las tres primeras del presente campeonato. Una maldición que se rompió el pasado domingo a costa del Mirandés, quien hincó la rodilla por 1-0 en el Heliodoro Rodríguez.
En todo caso, no ha servido para capear en exceso los malos humos de una grada de dientes tras un inicio estrepitoso. En los tres primeros choques frente a Ponferradina (1-0), Albacete (1-1) y Girona (2-0) tan solo se consiguió un punto, lo cual implica comenzar desde el primer momento en la parte roja de la tabla. De hecho, con los cuatro puntos que atesoran hoy día los entrenados por Álvaro Cervera, ocupan la decimosexta plaza de la clasificación, a apenas uno del descenso que marca el Zaragoza.
Sobra decir que la necesidad de puntos del Tenerife no deja de ser imperiosa, pese a que el triunfo ante los burgaleses haya ayudado a meterse en la pomada. Por si fuera poco, no solo ha sido cuestión de resultados, como suele ocurrir en estos casos, sino también de sensaciones. El juego irregular desarrollado por los chicharreros ha llevado a pensar que la permanencia no se venderá tan barata este año.
Hay otra estadística que no hace augurar buenos augurios al conjunto tinerfeño en la que será su aventura en Zorrilla este domingo. Lo cierto es que a los blanquiazules nunca se les ha dado especialmente bien el Valladolid, o quizá a los blanquivioletas sí les guste hacer morder el polvo a los otros, pero la cuestión es que de veintisiete visitas de los isleños al templo pucelano, tan solo cuatro han acabado con los tres puntos volando hacia el casillero visitante. Un dato difícil de digerir.
Plantilla homogénea

Para el objetivo de la temporada se ha apostado por hacer una plantilla entremezclada de jóvenes y veteranos en el vestuario tinerfeño. Cervera, tras ascender de Segunda B y conseguir la permanencia, ha querido conformar un equipo que combine el descaro de la juventud con nombres como Guarrotxena –delantero de veintiún años muy a tener en cuenta y el goleador ante el Mirandés– o los canteranos Jairo y Nano, con otros más fogueados como Suso o Aitor Sanz.
Otro viejo conocido de Pucela será el portero Jacobo, quien probablemente tenga un particular recibimiento en Zorrilla después de salir de mala manera tras las muchas polémicas que dejó atrás.
Su paso por Grecia le ha convertido en un viajero que, finalmente, ha dado con sus huesos cedido una temporada en el Tenerife.
La cuestión es que los chicharreros, como era de esperar tras tan mal inicio, cuentan con unos números pésimos en el aspecto goleador, que se acrecientan al fijarse solo en los dos choques jugados fuera de casa. Sus dos goles a favor por cuatro en contra se transforman en ninguno a favor por tres en contra como foráneo, unas cifras que, lógicamente, intentarán mejorar este domingo en Zorrilla.
Curiosidad del rival de esta jornada: Jacobo Sanz Ovejero cuenta con lo que se puede llamar un oscuro pasado blanquivioleta, plagado de malos gestos y situaciones desagradables, pero la cuestión es que se trata de los canteranos que más partidos ha disputado con la camiseta del primer equipo recientemente. El vallisoletano guarda 46 titularidades bajo palos con el Pucela en cuatro temporadas diferentes, una cifra nada desdeñable.
