Solo la lejanía del foco mediático impide a ‘El Correcaminos’ y su nuevo baile convertirse en el nuevo ‘fenómeno YouTube’
el ‘Ai se eu te pego’
El siglo XXI ha traído al arte y la cultura la brillantez. Todo comenzó con un “papi papi, papi chulo, papi papi papi, ven a mí”. Siguió con un “suban el mambo pa’ que mi gata prenda los motores” y el “baila morena, baila morena, perreo pa’ los nenes, perreo pa’ las nenas”, de Héctor y Tito –Luni Tunes y Noriega–. Por no hablar del “trae la toalla que te vas a mojar”.
Más recientemente, la lusofonía aportó una montaña de arena con temas como el ‘Danza Kuduro’ o el ‘Ai se eu te pego’, no digamos ya con el “bara bara, bere bere”, el “eu quero tchu, eu quero tcha” o el más difícil todavía “tchê tchererê tchê tchê” (Gustavo Lima e você).
No hay literatura antes mencionada que no vaya acompañada del consiguiente bailecito. Hasta ahora, en Valladolid solo se había visto en alguna pista de alguna discoteca, alguna noche loca, por la caja tonta o por ese invento del diablo que es Internet. En adelante, con Mojica, todo es posible.
‘El Correcaminos’ lleva semanas depurando su técnica de baile frente a las defensas rivales, a fin de, cuando llegase el gol, poder marcarse un paso en la banda o en el fondo. Y, quién lo iba a decir, como lleva dos semanas seguidas marcando, lleva dos semanas haciendo del verde pasto algo así como el Hache en la noche de jueves (solo le faltan, alrededor, las mujeres).
La alegría no fue completa contra la Ponfe, porque el cuarto árbitro vio a lo lejos algo que no le gustó. Se dice que no fue la ‘salsa choke’, sino una falta de Óscar Díaz, aunque está por confirmar. No así contra el Albacete, en el Carlos Belmonte, donde el caleño rompió a mover las caderas como si no hubiera un mañana o el sol, sobre su cabeza, fuera la bola de una disco.
Solo la lejanía del foco mediático que provoca el hecho de jugar en Segunda División impide a Johan Mojica convertirse en el nuevo ‘fenómeno YouTube’. ¿Se lo imaginan? Niños en China bailando su ‘salsa choke’ y comprando camisetas como si fuera James. Al propio James comprándola. A Neymar grabando un vídeo en Instagram diciendo “ei, galera! tou aki co chefe Mojica. tame a ensinar o salsa choke! deus te abencõe, correcaminhos!”, después de un partido de Copa.
¿Por qué no soñar? Puestos a soñar, soñemos. Con Johan subiendo a Twitter un foto de las siete potencias, con una gorra de medio lado, la ‘v de victoria’ y una inscripción con Paint que diga “pon salsa choke a la vida que yo soy Mojica”. Con Mojica marcando el gol del ascenso y dando conferencias, explicando cómo el baile, el arte, cambió su vida.
Puestos a soñar, soñemos. Después de todo, seamos francos, pocos esperaban que ‘El Correcaminos’ rindiera así. O que su ‘brother’, Zakarya Bergdich, hiciera un doblete jugando de extremo derecho. Si se lo cuentan a Juan Ignacio, se pondrá malito del susto seguro. “Este no es ‘Caballo Loco’, ¡que me lo han cambiao!”, dirá. Y alguien responderá que no, que así es el fútbol. Y luego se pondrán juntos a bailar también el ‘salsa choke’. O bueno, quizá no, pero molaría, ¿eh?
Por lo pronto, y puestos a soñar, quien escribe lo hace ya con la Copa. Con el Pucela eliminando al Elche y el Barça al Huesca. Con la siguiente ronda empatada y Mojica jugándose con Neymar la eliminatoria en un mano a mano. Bailando, claro.