El Atlético Tordesillas y el Villa de Simancas terminan la primera vuelta en la pelea por el play-off y por la salvación
No terminaron de la mejor manera posible la primera vuelta el Atlético Tordesillas y el Villa de Simancas. Después de un magnífico inicio de curso, los de la Villa del Tratado acumulan cuatro jornadas sin ganar, que han diluido ligeramente su buen comienzo, mientras que los simanquinos volvieron a perder en la fecha de cierre tras sumar de manera consecutiva durante tres semanas.
El conjunto de Diego Macón fue goleado en Burgos, como antes salió en otros feudos. Es, con diferencia, el equipo más goleado, tras encajar 49 goles, si bien es el séptimo que más marca, tras hacerlo en 27 ocasiones. Así, parece claro dónde está la salvación: en defender mejor y seguir atacando igual.
Por hablar con mayor propiedad, esas dos son las claves que han de mover a los franjiblancos en adelante. La permanencia, donde en verdad ha de forjarse, es en Los Pinos. En casa, el Villa de Simancas ha obtenido ocho puntos, gracias a sus dos triunfos y a dos igualadas. Son los mismos que ha logrado la Cebrereña, solo dos más que el Ávila.
Por tanto, junto a la mejora defensiva, una de las asignaturas pendientes de los simanquinos pasa por mejorar como local en los diez partidos que les quedan. Teniendo en cuenta que recibirán a buenos foráneos como la Arandina, el Numancia B, el Becerril el Almazán o el Palencia, no será fácil, aunque será importantísimo sumar contra La Granja, La Bañeza, La Virgen del Camino o incluso la Segoviana si quieren llegar a la fecha de cierre ante el Burgos Promesas con opciones.
A domicilio no podrán tampoco descuidarse, pues aunque hay cinco conjuntos peores, el fútbol, es sabido, es cambiante. Las visitas al Salmantino, al Bembibre, a la Cebrereña, al Cristo Atlético, al Real Ávila y al Villaralbo parecen las más propicias para sumar y acercarse a la anhelada salvación. Dicho así, parecen muchas; muchos frentes en los que puntuar, pero todo es posible para un Simancas que, salvo en las primeras jornadas, ha competido mucho (más que bien).
Aunque partió con idéntico objetivo, el Atlético Tordesillas está en disposición de soñar con entrar en el play-off de ascenso si vuelve a crecer. Después de un titubeante comienzo liguero, acumularon doce partidos sin caer, en los que acertaban en las dos áreas, y ahora vuelven a dudar y a errar en ambas.
Pero hay razones para ser optimistas. Las Salinas ya ha sido y puede seguir siendo un fortín, y aunque defensivamente los últimos encuentros han provocado que las sensaciones con las que se ha cerrado la primera vuelta sean peores de lo que podrían ser, los de Jesús Ángel Turiel han demostrado dominar esa faceta como pocos en la categoría.
En la actualidad, los tordesillanos son el undécimo equipo que menos encaja, cuando llegó a ser uno de los que menos lo hacían. Mientras tanto, en ataque se mantienen como el quinto mejor, por lo que bastará con seguir con la línea ya marcada si desean mantener altas las aspiraciones actuales, toda vez que, salvo debacle, están salvados.
Crecer para soñar. Esa es la máxima que han de aplicar si quieren recuperar la segunda plaza que ocuparon durante varias jornadas. La segunda vuelta comenzará ante la Arandina, mejor equipo a domicilio, pero esto no ha de amedrentar a la afición de la Villa del Tratado, toda vez que los suyos son el segundo mejor plantel como local. Esta línea han de seguir.
Fuera de casa, Palencia, Becerril o Buroil Bepolsa han sumado más. Las cuatro derrotas se antojan demasiadas, por lo que parece claro que la promoción pasa por mantenerse fuertes en Tordesillas y serlo, más aún, lejos.
Los nueve triunfos momentáneos podrían doblarse gracias a las visitas al Cristo Atlético, La Granja, Atlético Bembibre o Cebrereña o a los partidos en Las Salinas ante el Real Ávila, Villaralbo, Salmantino, Villa de Simancas o La Bañeza; siempre sobre el papel y sin menospreciar a ningún rival. Con la misma humildad de la que han hecho gala hasta ahora han de seguir en adelante.
Dos objetivos, por tanto, muy alejados el uno del otro. A la vez, los dos cercanos, dentro de la misma provincia, y debido a que el reto supondría para los dos clubes un hito histórico. Simancas y Tordesillas llevan todo el año soñando. Para que el sueño se haga realidad, sus equipos han de crecer. Desde este fin de semana, las claves anteriores entrarán –o deberían– en juego.
