El valenciano ha jugado veinticinco partidos con la elástica blanquivioleta y ha marcado cinco goles, los dos últimos ante el CD Numancia el pasado sábado

Pepe Moré, Minguela, Jorge Alonso, Borja, Vivar Dorado, Mario Suárez, Javi Baraja, Víctor Pérez, Álvaro Rubio, Nafti, Rossi y un largo etcétera. Estos son algunos de los nombres de jugadores que han pasado por el centro del campo del Real Valladolid con más o menos fortuna, con más o menos calado en la afición.
A esa lista de jugadores que han vestido o visten la blanquivioleta, se unió el pasado verano el nombre de David Timor Copoví.
Sus primeras patadas las empezó dando en su Valencia natal. Su sueño, el fubolístico, se vio hecho realidad cuando entró en las filas del Valencia Mestalla antes de cumplir la veintena. Allí estuvo dos temporadas y desde donde dio el salto al filial de Osasuna; y del conjunto B de los rojillos hasta el primer equipo.
Su paso por el equipo pamplonica fue bastante desapercibido, y aunque allí militó dos temporadas, su verdadera explosión futbolística tuvo lugar la campaña pasada en el Girona, equipo donde estuvo cedido. Sus estadísticas, tanto de partidos jugados como de goles marcados, así lo avalan.
Tras su paso por el equipo catalán, Braulio contactó con él para incorporarle al Real Valladolid, que iniciaba un largo y arduo camino por Segunda División, capitaneado por Rubi. Nueve meses después de su fichaje, los datos están ahí para convertirle en el centrocampista de moda en Valladolid con tan solo veinticinco años. Siempre con el permiso del inagotable Álvaro Rubio, que día tras día demuestra la clase que tienen sus piernas con 36 años. Sus dos dianas ante el CD Numancia el pasado sábado le asentaron como el mediocampista más goleador del equipo; que ya lo era anteriormente, puesto que Lluís Sastre y André Leão no llevan ningún gol y Rubio tan solo ha conseguido un tanto.
Acumula ya en sus estadísticas particulares cinco dianas, cuatro de ellas conseguidas en la segunda vuelta. Tenerife, Racing de Santander, Sporting de Gijón y Numancia han sido víctimas del olfato goleador del valenciano. A día de hoy, está a dos tantos de superar los siete que logró la pasada campaña defendiendo la camiseta del Girona.
Timor ha ido de menos a más en esta Liga Adelante de la mano de Rubi. Sus primeros pasos en Valladolid fueron un tanto dubitativos y su presencia en el once inicial era escasa hasta el partido en Santo Domingo, donde fue titular por primera vez en Liga con la camiseta pucelana. Su trabajo y tesón en los entrenamientos fueron convenciendo al técnico de la importancia de este jugador sobre el terreno de juego.

Así, con veintinueve jornadas disputadas hasta la fecha, el ex de Osasuna y Girona acumula ya 1.978 minutos, repartidos en un total de veintiséis partidos. Diseccionando un poco más este dato, es de resaltar que el centrocampista ha jugado veintidós encuentros como titular, de los cuales no ha terminado seis, puesto que ha sido sustituido; mientras que en cuatro de ellos ha salido al césped desde el banquillo.
Comparando estos datos con sus homólogos blanquivioletas, cabe destacar que es el segundo centrocampista con más minutos, por detrás de André Leão (2.463) y está por delante de Álvaro Rubio (1.169) y de Lluís Sastre (504). También es cierto que es el medio con más tarjetas amarillas del equipo, puesto que ha visto nueve en lo que transcurre de temporada, por lo que está apercibido de sanción para cumplir su segundo ciclo.
Más allá de los datos y números, Timor parece que ha encontrado la horma de su zapato en el centro del campo del Real Valladolid. Sobre todo cuando se ve respaldado por dos guardianes, como son Rubio y André Leão. Con el ya famoso 4-3-3, el valenciano aprovecha su faceta ofensiva para estar más cerca del área contraria y poder crear peligro, tanto en jugadas combinativas -como se pudo ver ante el Numancia- o a balón parado. Su guante en la pierna izquierda convierte en peligro cualquier falta que bote.
