Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Millonésima final, millonésima oportunidad de dar un golpe sobre la mesa, millonésima ocasión de demostrar que el Real Valladolid está aquí. Y es que lo que tienen enfrente este fin de semana los blanquivioletas no se trata de un choque cualquiera. Esta vez sí, ahora sí, de terminar la jornada con una derrota más en el casillero, los de Rubi habrán tirado por la borda prácticamente todas las probabilidades de ascenso directo.
A fin de cuentas, uno no se enfrenta con un rival directo todas las semanas. Las Palmas espera en su estadio, consciente de que para la afición y el club canario también se trata de un partido a vida o muerte. En la lejanía queda el 1-2 de los amarillos en la ida en Zorrilla, pero eso poco importa ya. Valladolid y Las Palmas se juegan a la ruleta rusa media temporada en apenas dos horas.
A base de golpes
Eso sí, no se puede decir que los de Paco Herrera lleguen mucho mejor que el Pucela. Desde hace varias jornadas han caído en picado en juego, resultados y clasificación, de manera que los isleños descansan ahora en la cuarta plaza de la clasificación con 59 puntos, uno más que el mismo Valladolid. Sobra decir que de ganar, los blanquivioletas no solo se pondrían por delante sino que pondrían las cosas muy de cara para la recta final de Liga.
Las aguas no terminan de bajar muy tranquilas por Las Palmas, toda vez que la temporada pasada se quedaron a las puertas de un ascenso que se tocó con las yemas de los dedos y que acabó por llevarse el Córdoba. Un episodio que se cerró de manera brusca y que después de doce años sin probar las mieles de Primera, es mejor olvidar.
Para ello, y con la mente puesta desde el primer momento en tener opción de volver a la Liga de las estrellas, el club presidido por Miguel Ángel Ramírez formó una plantilla apta para pelear por los dos puestos punteros. Pero por ahora se queda ahí. Tan solo dos victorias en los seis últimos encuentros, con cuatro derrotas mediante, no demuestran regularidad suficiente como para optar a la gloria.
Efectivamente, los números de Las Palmas no son para tirar cohetes. Dieciséis victorias, once empates y siete derrotas en 34 jornadas se muestran insuficientes como para alcanzar a un Sporting que se escapa por tres puntos. No está lejos, pero por sensaciones de los últimos partidos, la cosa no parece sencilla. Y es que no lo tendrán sencillo los de Rubi en Gran Canaria, toda vez que, en casa, los amarillos sí se muestran más o menos válidos.
Un vestuario de ensueño

¿Y la plantilla? Pues ya querrían varios conjuntos de la máxima categoría tener a algunos nombres que visten la camiseta de Las Palmas. Guzmán, Jonathan Viera, el mismísimo Valerón, Momo, Aythami… y la revelación, Sergio Araújo. El argentino firmó una primera vuelta impresionante a base de goles que permitió al equipo mantenerse arriba, nada menos que diecisiete acumula hasta el momento. De hecho, el mal momento del equipo va acorde al suyo propio, pese a ver puerta la jornada pasada en la derrota ante el Mirandés por 2-1.
No es fácil intuir el porqué del bajón canario, pero sí las consecuencias. El juego que antes era rápido, veloz y eficaz, con el mismo Araújo como rodillo que metía todo lo que le llegaba, ahora parece ralentizado, torpe y previsible. Hay quienes se atreven a achacarlo al mal físico típico de estas alturas de temporada, pero la cuestión es que la respetable grada canaria no está para tonterías.
Así las cosas, las estadísticas dictan que los canarios, cuando ejercen como locales, sí son capaces de mostrar su verdadera fortaleza. Once victorias, tres empates y dos derrotas así lo valen. Más le vale al Real Valladolid ponerse la camiseta de superhéroe, porque es la única manera de salir vivo de un partido en el que prácticamente no vale ni el empate.
Curiosidad del rival de esta jornada: Otra de las armas potentes de Las Palmas es vieja conocida de la afición blanquivioleta, como es el mismísimo Nauzet Alemán. El canario estaba realizando buena temporada, hasta que hasta hace unos días sufrió una luxación en la clavícula del brazo derecho que le hará perderse el resto de la temporada. Un contratiempo menos para los de Rubi.
