Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Continúa la escalada del Everest. A falta de seis jornadas, el reloj de arena ya ha girado y cada vez parece más complicado que el Real Valladolid consiga colarse en uno de los dos puestos de ascenso directo. Y es que no queda otra que seguir ganando un choque tras otro con la esperanza de que los de arriba pinchen. Ya lo decía el propio Carlos Suárez esta semana, si el Pucela gana los seis partidos habrá un 80% de posibilidades de estar en Primera.
Pero ahí aparece la siguiente piedra en el camino. Toca abandonar de nuevo la comodidad de Zorrilla para continuar con la racha de victorias y esperar resultados.
Enfrente espera un equipo a priori fácil, o al menos según dicta la clasificación, aunque bien es sabido que en Segunda División no se puede subestimar a nadie. El Nuevo Colombino espera.
Pelea de necesidades
Precisamente el duelo que librarán Recreativo de Huelva y Real Valladolid será uno de esos que ponga frente a frente dos imperiosas necesidades por puntuar. La de los blanquivioletas, para seguir a la pelea de un Girona que marca la zona verde y que está a seis puntos. La del Decano del fútbol español, la disputa por subsistir ya no solo en Segunda División, sino quizá por su propia existencia.
Y es que el equipo entrenado por José Domínguez lleva en picado desde poco antes de que comenzara la segunda mitad de campeonato, una racha que le ha llevado a dar con sus huesos en el puesto de colista. Treintaidós puntos contemplan a los onubenses, a cuatro de la línea del Sabadell, primer equipo fuera de la quema.
Nadie diría que este equipo se salvó el año pasado holgadamente gracias a un meritorio octavo puesto que le dejó más cerca de la zona de play off que de otra cosa. De hecho, el palo de esta temporada está marcado porque la directiva había prometido en 2012 que tres serían los años, como mucho, que se tardaría en volver a Primera. Objetivo que, obviamente, no se cumplirá.
Desde luego, antes de comenzar el periplo 2014/2015 había fe. El mismísimo José Luis Oltra agarró el timón de un barco que quería poner rumbo a la Liga de las estrellas, todo un experto en esto de ascensos. Nombres como los de Pedro Ríos, Antonio Núñez, Nana o Rubén Mesa completaron un cambio bastante radical de plantilla, que parece que no ha terminado de consolidarse. Oltra duró poco en el banquillo.
Y es ahora el luso José Domínguez el que tiene el muerto en casa. Con un equipo virtualmente descendido y una plantilla que juega más bien a poco, los medios locales de Huelva ya empiezan a hablar de planificar la siguiente temporada en Segunda B, aunque bien es cierto que lo de este sábado no deja de considerarse una auténtica final. De las pocas que quedan.
Números infumables

Ya se sabe que en el mundo del fútbol, más allá de las estadísticas, un equipo puede cimentarse en su buen o mal juego. Pero es que el equipo andaluz ni una, ni otra cosa. Siete victorias, once empates y dieciocho derrotas le contemplan. Buen reflejo de esto son sus dos últimos partidos, sendas derrotas ante Girona (0-3) y Mirandés (2-1) en las que no se vio ni actitud ni táctica por ningún lado.
Bien lo sabe la afición, que ya da por perdida la causa. Diecinueve puntos en casa, con apenas catorce goles a favor y dieciocho en contra en diecisiete partidos han terminado de crispar a una grada que ya no aguanta más.
¿Y cuáles son los peligros de este Recreativo de Huelva? Los de Rubi deberán atar en corto a un ex Primera como Pedro Ríos, máximo goleador del equipo con seis dianas, si bien la presencia de otros pesos como Montoro o Jesús Vázquez en el centro del campo también habrá que tener en cuenta. Y es que en la lucha por la supervivencia cualquier jugador puede ser el que se convierta en héroe.
Curiosidad del rival de esta jornada: De consumarse el descenso a Segunda B, diecisiete temporadas después, el Recreativo no celebrará de manera muy alegre su último aniversario. Y es que el Decano del fútbol español cumplió el pasado 18 de diciembre la friolera de 125 años de existencia.
