Los blanquivioletas cierran un mes en el que han tenido que jugar hasta siete encuentros en los que se han mostrado como un equipo fuerte en su terreno de juego, pero que, a la vez, ha mostrado su debilidad lejos de su estadio.

El balance global del último mes se puede considerar positivo, al menos en Liga, con once puntos de dieciocho posibles, aunque los resultados han sido claramente más negativos cuanto más lejos de Zorrilla le ha tocado jugar al equipo.
Los blanquivioletas alargaron en octubre una negativa racha que les lleva a no conocer la victoria fuera de casa desde el primer partido ante el Nàstic de Tarragona, es decir, desde el 28 de agosto.
Lo que estaba siendo un tendencia al empate se rompió el pasado sábado en Las Palmas con el tanto de Jonathan Viera, que llevó a los blanquivioletas a morder el polvo por primera vez a domicilio en lo que va de temporada.
El mes comenzó con un plato fuerte, el regreso del Elche a Zorrilla después de la fatídica fase de ascenso del pasado mes de junio. Los blanquivioletas tuvieron que tirar de casta para remontar un resultado de 0-1 al descanso ante el conjunto de Bordalás que fue inferior en todo momento a los de Djukic. Un gol Sisi y otro de Marc Valiente otorgaron un merecido triunfo a un equipo que quiso resarcir a su afición de la dolorosa derrota vivida quince días antes ante el Murcia.
Tras el reencuentro ante los ilicitanos llegó un duro carrusel de kilómetros que llevó a los blanquivioletas a visitar Almería, Vigo y Huelva en la misma semana. Ante los de Alcaraz, Javi Guerra logró un valiosísimo punto en el último minuto tras una segunda parte en la que los de Djukic fueron superiores a un Almería que llegaba como líder a la cita.
Sin embargo, tres días después y con Vigo como escenario, los suplentes no dieron la talla en Copa y salieron escaldados con un doloroso 4-1 que supuso la eliminación del torneo del KO. En Huelva, de nuevo con los titulares, los blanquivioletas se tuvieron que someter a una prueba, la de jugar una hora en inferioridad numérica tras la expulsión de Tekio, que los discípulos de Djukic saldaron en el Nuevo Colombino con nota, consiguiendo un empate a un gol a pesar de las condiciones adversas.
El carrusel de kilómetros cesó en la última semana de mes de octubre, pero no el de partidos, pues de nuevo en una semana los blanquivioletas, al igual que el resto de los equipos de la categoría, se veían obligados a jugar tres partidos como si de conjuntos de Champions se tratase.
Los de Djukic recibieron primero al Numancia, en un derby regional que nada tuvo que ver con el del año pasado. De nuevo los blanquivioletas tuvieron que remontar un resultado adverso al igual que en el partido anterior que habían jugado como locales ante el Elche.
Esta vez el regreso de Manucho a Zorrilla fue vital para que, primero Jofre, y posteriormente el propio angoleño diesen la vuelta al marcador con sus goles. Tres días después visitó Zorrilla el Alcoyano, que vio como los locales dejaban encarrillado el partido tras una cómoda primera parte con goles de Óscar y Sisi, en la segunda los de Djukic especularon con un resultado que ya no se volvió a mover más.
Desafortunadamente el mes dejará mal sabor de boca por los ecos del último resultado en Las Palmas, donde los blanquivioletas sumaron su primera derrota fuera de casa en Liga a pesar de realizar un buen encuentro, en el que fallaron excesivas ocasiones de gol.
Un solitario tanto de Jonathan Viera tras una jugada a balón parado privó a los de Djukic de sacar al menos un empate en su visita a la siempre maldita Isla de Gran Canaria, donde los blanquivioletas solamente han ganado a Las Palmas en una ocasión.
Con el punto final al mes en Canarias, el balance de los blanquivioletas arroja un saldo de tres victorias liguera, dos empates y una derrota más las eliminación copera. La asignatura pendiente del mes de noviembre será volver a saborear el triunfo lejos de Valladolid.
