Análisis del próximo rival del Real Valladolid
Del todo a la nada, en apenas una semana. Así es el fútbol. En apenas siete días, eres capaz de verte peleando por el ascenso directo y de repente, te chocas de cara con un partido prácticamente intrascendente. Y es que en esas se encuentra el Valladolid. Tras el doloroso golpe ante el Zaragoza, ahora toca salvar los muebles, o más bien el honor, frente al Alavés en un choque en el que ninguno de los dos tiene casi nada en juego. Ni siquiera la posibilidad de escoger rival en play off, ya que todo hace indicar que este será Las Palmas.
Así las cosas, tan solo hay una pequeña motivación de cara a este fin de semana, que no es otra que llegar con las pilas cargadas y con dinámica positiva al play off. Y quizá algo más, ya que pese a que el choque se dispute lejos de Zorrilla, lo último que se pudo ver allí fue a una afición cabreada. La visita a Mendizorroza puede y debe ser el punto clave para relajar los ánimos para los de Rubi.
Play off no, salvación sí
Se hace difícil pensar que el de este domingo pueda ser un partido con mucha tensión cuando ninguno de los tiene razones para entrar al balón más fuerte que el otro. Pero el partido hay que jugarlo, qué duda cabe. Enfrente aguarda un Alavés que, al contrario que el Real Valladolid, ya ha cumplido con el objetivo de la temporada, que no era otro que el de la salvación.
De hecho, los entrenados por un viejo conocido del Pucela como Alberto López vieron alcanzada la meta hace ya unas cuantas jornadas. Con 53 puntos y décimos en la tabla, a doce del descenso y a siete del play off, los vascos concluirán la Liga en tierra de nadie. Dos meteduras de pata en las dos últimas jornadas, la última ante el Mirandés (3-0) y la anterior frente al Girona (0-3), terminaron de enterrar las opciones de entrar a la liguilla de ascenso directo.
Y aunque la afición había llegado a ilusionarse, ya al menos se ha cumplido el expediente del curso. Siendo esta su segunda temporada desde su regreso a la categoría de plata, la meta era asentarse en ella con paciencia y buen hacer, toda vez que la Ley Concursal está a punto de cumplir sus plazos y de convertirse en historia en un club en el que todavía sigue recordándose la figura de Dmitry Piterman.
Así las cosas, con una economía de guerra y después de salvar la categoría sobre la bocina el año pasado, el presidente Alfonso Fernández de Trocóriz y Alberto López tenían la difícil tarea de amarrar un equipo de garantías a bajo coste para que el club no volviera a caer en las garras de la Segunda B. Dicho y hecho. El equipo, alternando momento de buen juego y garra a partes iguales, ha conseguido espantar miedos innecesarios, con tiempo para incluso pensar ya en la futura temporada.
‘Testiculina’ al poder
Eso sí, por buena despedida que no sea. Los babazorros quieren decir adiós a una más que aceptable temporada 2014/15 en casa dejando un dulce sabor de boca a su afición, pilar fundamental en el que se ha basado el Alavés.
Diez victorias, cinco empates y cinco derrotas en veinte partidos en Mendizorroza no son un mal balance para un equipo que, a priori, pensó que le tocaría pasarlo peor para salvarse, y en esas tendrá que intentar sacar los tres puntos el Pucela si no quiere seguir con la afición de uñas.
Con una táctica de presión potente, sobre todo cuando juega en casa, los de Alberto López tienen muy bien aprendida la pizarra de su míster. Y a partir de ahí, a echarlo todo. Con un carácter típico de un equipo vasco, los blanquiazules han conseguido dar momentos de juego entretenido y vistoso al público, aunque sin virguerías.
Para semejante desarrollo de un juego de sacrificio, trabajo y disciplina, Mendizorroza ha tenido la suerte de poder ver esta temporada a jugadores como Manu Barreiro, con once goles pichichi consolidado, o la calidad de Toti, quien por desgracia se perderá el partido ante el Pucela por lesión. Otros clásicos de la categoría de plata como Ion Vélez o Despotovic, tras unas cuantas temporadas fuera, también serán dos puntales a tener en cuenta, cada uno con tres dianas esta temporada.
Curiosidad del rival de esta jornada: La historia de Dmitry Piterman después de su abandono del Alavés sigue siendo tan pintoresca como su paso por el club vasco. A día de hoy, desde finales de 2012, se encuentra inhabilitado en el mundo del fútbol por una sentencia del Juzgado de lo Mercantil de Álava, castigo que en principio durará quince años.