El filial celeste, entrenado por Javier Torres Gómez, testea las mejoras de los últimos días del Real Valladolid en el segundo amistoso de pretemporada

Foto: Real Valladolid
Ya lo dijo Guzmán este martes, estamos en una época en la que los resultados importan poco. Y sin embargo importan, porque cuando uno gana parece que lo ha hecho bien, aunque no necesariamente y o no siempre. Lo importante en precampaña es sumar carga de trabajo, provocar que las piernas pesen, porque la fatiga de hoy es el frescor de la temporada.
Con el afán de seguir acumulando minutos de vuelo se enfrentará el Real Valladolid de Garitano en la tarde de este miércoles al Real Club Celta B, a partir de las ocho en el campo de A Lagoa, en Mondariz. Enfrente, un equipo con algunas caras conocidas, las de aquellos que visitaron Los Anexos el curso próximo, y dos por encima del resto, Javier Torres Gómez, que viene de hacerse cargo del filial celeste, y Guille Andrés, reciente fichaje celtiña.
Después de la buena imagen que dejaron en su encuentro inicial, contra el Athletic Club, la intención de los blanquivioletas será dar un paso más en la adquisición y muestra de aquellos conceptos que trata de impregnar su técnico en cada sesión.
Aparentemente, el rival es propicio, por su juventud y por la categoría en la que se encuentra, la Segunda División B, la misma en la que casi la mitad de los concentrados competirán, con el Promesas. Llega, eso sí, ligeramente más rodado, puesto que ha jugado ya dos amistosos, ante el Varzim luso, a quien ganó por dos a tres, y ante el Rápido de Bouzas, con quien empató a dos.
Para este envite, Gaizka Garitano podrá contar con todos sus jugadores, después de que Javi Chica, Samuel, Álvaro Rubio y Caye hayan mejorado de las molestias que les han tenido al margen estos días y tras completar el entrenamiento matinal. Sin embargo, por precaución, Álvaro Rubio no jugará, aunque sí lo hará el sábado ante el Pontevedra. Sí estará, por contra, Marcelo Silva, que debutará, aparentemente.
