El Real Valladolid recibe al Xerez Club Deportivo con el objetivo de olvidar el tropiezo en Gran Canaria y no perder comba con los puestos altos clasificatorios.

Vuelve el Real Valladolid al Nuevo José Zorrilla después de caer en Gran Canaria ante la Unión Deportiva Las Palmas. Vuelve el Real Valladolid a jugar en la llamada “televisión del deporte”. Vuelve a hacerlo un sábado a las cuatro, hora que para muchos sigue siendo extraña y odiosa y a la que cada vez los blanquivioletas se acostumbran más a ver a los suyos.
Lo hace ante el Xerez Club Deportivo, un equipo cuyo nivel está hasta el momento por debajo del esperado, ya que si bien no es uno de los máximos favoritos a abandonar la categoría con dirección a la de máxima repercusión nacional, sí se aguarda de ellos una posición mejor que la decimoquinta que actualmente ocupan.
Para variar, habrá cambios en el once. Por lo menos uno. Marc Valiente, en quien Miroslav Djukic confía ciegamente, volverá a ser de la partida en el lugar de Víctor Mongil, un chico al que de cuando en vez se le guarda en un sobre en el que aparece escrita la palabra protección.
Cuestión de jerarquía, puede también ser. Podría parecer grosero dejar sentado en el banco a un central que llegó a jugar hace no tanto en Champions por otro que hasta hace cuatro días jugaba en tercera división. Por más que su futuro parezca más asegurado que su presente, desconcertante parece que el canterano no tenga continuidad a pesar del buen rendimiento ofrecido.
Miroslav Djukic, entrenador que pasó varios años como jugador en A Coruña, parece haber aprendido el oficio de gallego, teniendo en cuenta que el martes aleccionó al chico al final de la sesión del primer equipo, unas enseñanzas que a buen seguro no han caído en saco roto y que daban la sensación de que el serbio seguiría apostando por el canterano.
Sin embargo, la recuperación de Marc Valiente parece haberle hecho recapacitar, y como ya ocurrió en el partido contra el Alcoyano, Valiente jugará de inicio junto a Jesús Rueda sin mayor alternativa ante posibles eventualidades que Carlos Peña, ya que Mongil tendrá que ver obligatoriamente el partido desde la grada.
También lo hará Baraja, a quien un fuerte golpe en la rodilla izquierda ha impedido entrenarse los últimos días. Estará acompañado de otros lesionados como Juanito, Varela y Carlos Lázaro. También tocados, aunque más en la moral que en el plano físico por ser habituales descartes, pueden estar Jorge Alonso, Saná Camará, Jorge Alonso y ‘Torito’ Aquino.
Vuelve, por tanto, Nauzet Alemán. Por lo menos a la lista. Sólo Djukic sabe si volverá a jugar y probablemente sólo él con qué ánimos, con qué esfuerzo y perseverancia. Si juega y se muestra más intenso que en las últimas alineaciones en que apareció, a buen seguro a Javi Guerra le llegará el mayor número de balones que reclama y Tekio sufrirá menos.
El ex del Costa Cálida repetirá en el carril diestro de un once que podría decirse casi de carrerilla de no ser por esas permutas que el almirante Miroslav realiza casi en cada partido. No obstante, más allá de la sabida entrada de Marc Valiente por Mongil no se esperan más cambios en el once. Como mucho, que Alberto Bueno y Óscar González vuelvan a jugar a ‘la silla’, como cuando eran niños.
En el cuadro visitante todo parece indicar que Álvaro Silva será el encargado de sustituir a Miquel Robusté, jugador que había participado completos todos los encuentros en disputa hasta la fecha y que no podrá estar en Valladolid debido a que cumple ciclo de tarjetas amarillas.
No será el único ausente en las filas azulonas, ya que tampoco podrá estar el lesionado Gerard Autet. Dado que las bajas en defensa apremian a Carlos Merino, éste no ha tenido más remedio que convocar al central del filial José Carlos Fernández, que debutaría en caso de sustituir a Lombán o el ya citado Silva a lo largo del partido.
La incursión de este último en el once de Merino podría no ser la única novedad en el equipo titular xerecista, ya que todo apunta a que el sempiterno José Mari será de la partida en el lugar de Tato. El resto del equipo inicial, a priori, será el mismo que formó en la derrota ante el Almería en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.
Con la victoria almeriense, suma el cuadro de Jerez de los Caballeros cinco partidos sin hacerse con los tres puntos. De ahí que actualmente ocupen la decimoquinta posición en la tabla, a pesar de haber dado un salto de calidad en el mercado estival con la llegada de jugadores de la talla de Tato, Íñigo Vélez, Israel, Raúl Cámara, Robusté o Toni Doblas.
Después de la reciente mala racha de su equipo, precisamente el meta ha reclamado a los suyos el despliegue de un fútbol poco preciosista, pero que suele surtir efecto en la segunda división. Él mismo lo definió como “tosco y feo” y puso como ejemplo al Elche de Pepe Bordalás, algo que puede entenderse como crítica o como halago, teniendo en cuenta la habitual alta resolución ilicitana.
Más o menos tosco, más o menos feo, lo que es seguro es que los gaditanos llegan a Valladolid con la necesidad de volver a sumar de tres en tres para dejar de lado las posiciones más bajas de la clasificación y mirar hacia arriba como pretendían, hacia un lugar en el que el Real Valladolid debe afianzarse alzándose con la victoria.
En casa y ante su público, no les queda otra a los blanquivioletas, cuyos encuentros este mes de noviembre invitan a un optimismo que debe ser moderado, pues por más que los rivales sean teóricamente de menor entidad, bien pueden asustar, máxime si la intensidad a la que tanto alude Miroslav Djukic en cada rueda de prensa desaparece o aparece, como en Gran Canaria, la falta de concentración.
Juez y parte -ojalá que poco importante- de todo esto será el colegiado asturiano Piñeiro Crespo. Testigos, la parroquia vallisoletana, unos pocos valientes aventureros ‘torcedores’ del Xerez y, desde sus casas, todo aquel que quiera seguir el encuentro por Marca Televisión.
			