El sobrino de Arturo Pérez-Reverte se vuelve a cruzar este fin de semana en el camino blanquivioleta
Corría la última jornada de la Liga Adelante de la temporada pasada. El Real Valladolid hacía el ridículo en el campo mientras muchos ya estábamos más pendientes de la apasionante tarde que se dirimía en otros campos que de lo que en Zorrilla aconteciera. Sin embargo, en el feudo vallisoletano seguían ocurriendo cosas y, para desgracia nuestra, cada vez más bochornosas.

El partidos nos enfrentaba al Llagostera, un recién ascendido que había firmado ya una temporada muy meritoria, logrando eludir el descenso satisfactoriamente y situándose, finalmente, a tan solo cuatro puntos de la lucha por el ascenso en el play-off, donde ya se encontraba el Real Valladolid.
Perdíamos dos a tres, y por entonces ya nadie hacía caso al partido. Aun así, resulta que el mismo se seguía jugando y que el equipo catalán quería marcar, que meterle uno más al Real Valladolid para ellos era importante. Y entonces apareció Arturo Juan Rodríguez Pérez-Reverte, el sobrino del aclamado escritor Arturo Pérez Reverte.
El segundo es una copia barata de Mariano José de Larra en la crítica social, con un muy buen tino en lo que a escribir libros para ganar bastante dinero se refiere. Todo esto aderezado de un carácter quevedesco que embadurna, o es embadurnado, de un matiz culto escondido para quien intenta demostrarlo.
El primero es un delantero que no había gozado de demasiados minutos en la temporada, pero claro, estaba ante un Real Valladolid que no estaba, y en el minuto 85 logró su gol. Nos metió gol hasta el sobrino de Pérez-Reverte, nos podía meter gol cualquiera, éramos una banda.
El destino ha querido que el primer partido de esta temporada 2015/16 se dispute frente al Córdoba, equipo al que ha vuelto el’ sobrinísimo’. El último jugador que en temporada regular marcó al Real Valladolid podrá repetir hazaña apenas unos meses después.
Ello no sería de extrañar si tenemos en cuenta dos factores: uno, la azarosa y estrambótica vida del Real Valladolid que le puede llevar a repetir un gol en contra del ‘sobrinísimo’; dos, la buena pretemporada que ha realizado Pérez-Reverte. Esta se resume en ocho partidos, cuatro goles y varias buenas actuaciones. Las cifras goleadoras recuerdan al ‘sobrinísimo’ del Caravaca o La Roda en Segunda B.
Sin embargo, la desidia que pueda provocar otro gol de Arturo Pérez-Reverte puede ser mayor en esta ocasión. Cuando marcó su gol en Zorrilla no nos jugábamos ni la honra que ya habíamos perdido, ni tan siquiera la nula preparación de cara al play-off, pero si nos volviera a marcar este sábado, las consecuencias podrían ser mayores que la simple anécdota de que te haya marcado el sobrino de Arturo Pérez-Reverte.
