El punta chileno, acompañado por el director deportivo Braulio Vázquez, fue presentado en la sala de prensa del Zorrilla como nuevo jugador blanquivioleta

Último en llegar, pero primero en ser presentado. Diego Rubio (Chile, quince de mayo de 1993) atendió a los medios de comunicación en la sala de prensa del José Zorrilla y con él estuvo, como no podía ser de otra forma, el director deportivo del club, Braulio Vázquez. Una vez pisó el césped de la que será su nueva casa por las próximas cuatro temporadas con la blanquivioleta y el dorsal diecinueve que lucirá a partir de ahora, dio su primera comparecencia como jugador de la entidad vallisoletana.
El primero en tomar la palabra fue Braulio. El director deportivo explicó por qué Diego Rubio: “Es un delantero que tiene unas características diferentes a lo que tenemos aquí”. A ello, sumó varios argumentos más. “Es muy joven, creemos mucho en él, aunque hay que tener paciencia porque hacemos una apuesta de cuatro años por él. Internacional en todas las categorías inferiores con Chile e incluso con la absoluta”, remarcó.
Además, contó como curiosidad que la familia política de Rubio es socia del club. Antes de pasarle la palabra pronunció la habitual expresión en cualquier presentación: “Quiero desearle la mejor de las fortunas, porque la suya será la nuestra”.
Ya, una vez hecha la presentación oficial, Diego Rubio fue el verdadero protagonista, aunque no quiso hablar demasiado de sus características o dar una definición de él mismo puesto que le da “vergüenza” y prefiere “que lo digan los demás”. “Soy delantero, jugador de área, y como todo delantero, me gusta hacer goles, el resto espero que lo digan ustedes o los que me han visto”, comentó.
Como no podía ser de otra forma, Rubio tuvo palabras de agradecimiento para el club. “Agradezco la confianza que han puesto en mí para traerme”, dijo. “Es un gran club con una gran historia y jugaron chilenos aquí, así que por eso lo conozco. Como anécdota puedo, decir que mi padre estuvo a punto de fichar hace muchos años. La ciudad no la conozco, pero al tener familiares ayuda también bastante a la adaptación“, explicó puesto que parte de su familia política reside en Valladolid.
Diego Rubio viene a un equipo con varios jugadores más en su posición, algo que no le supone una presión excesiva y que lo ve positivo para el desarrollo del equipo. “Presión va a haber siempre y hay varios jugadores en la misma posición, por lo que es bueno para el club, hay competencia sana. Todos vamos a tener la presión de tener que entrar y hacer goles para ayudar al equipo”, subrayó.
Con respecto a la forma física en la que llega, el propio jugador confirmó que viene “bien” ya que ha jugado partidos de pretemporada con el Sporting de Portugal, equipo en el que militaba. Preguntado por si se veía jugando ya el próximo domingo, el delantero fue claro: “Eso no lo decido yo”. Pero volvió a remitirse a que se siente físicamente bien porque ha competido hasta el momento.
Precisamente, en la liga portuguesa militaban también los tres últimos fichajes del Real Valladolid. A Bruno Varela, el guardameta que viene a sustituir a Diego Mariño, lo conoce bien. “Jugué contra él y le hice un par de goles”, apuntó entre risas. Conozco también a Tiba, aunque personalmente no y tengo buena referencia de los demás”, comentó para finalizar su intervención.
