Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Y tras un comienzo dubitativo y la primera alegría de la temporada, a encadenar la segunda victoria. El Pucela por fin ha conseguido poner el motor en marcha y ahora se trata de prolongar la racha, demostrando al mismo tiempo que también es posible puntuar fuera de casa y que, poco a poco, el mejorar el juego no es una quimera.
Pero tampoco será fácil. La Ponferradina espera en El Toralín, consciente de que se trata de uno de un choque importante para decidir en qué dirección va cada uno de los dos equipos de ahora en adelante en la temporada. Prepárense porque el domingo, a partir de las cinco de la tarde, la competitividad regional volverá a darse cita en Castilla y León.
Comienzo regular
Eso sí, si el objetivo principal del Real Valladolid está tan marcado como para que nadie de la ciudad obvie los dos puestos de ascenso directo, el de la Ponferradina no es muy diferente. Lógicamente no se aspira a quedar en la zona verde de la clasificación, pero sí en la amarilla que daría derecho al play off. Y es que quedar en el séptimo casillero la temporada pasada, merced de sesenta puntos en 42 jornadas a tan solo uno del sexto, el Zaragoza, escoció sobremanera en el seno de la Sociedad Deportiva.
Ahora el panorama es otro, pero las metas no han cambiado. Han llegado nuevos jugadores de cierto renombre, al menos en la categoría, de manera que el aficionado ya se frota las manos solo con la posibilidad de que la Ponfe pueda quedar entre los seis primeros. Por soñar que no sea, desde luego, una filosofía que ha mantenido muy vivo al club en los tres años que lleva en Segunda.
Esos tres años son precisamente la clave de este club. Tanto el año pasado como hace tres el equipo se quedó a tan solo un punto del play off –hace dos la igualdad de la categoría de plata y un peor equipo llevó a salvarse la última jornada-, por lo que en cierto modo ya se le puede considerar consolidado en Segunda. La economía, sin ser boyante ni para tirar cohetes, al menos permite seguir soñando con dar un paso más.
Y es ahí donde entran los primeros resultados de la temporada. En una sintonía parecida con el propio Real Valladolid, los de José Manuel Díaz –que por cierto sigue en el proyecto otro año más- han conseguido vencer en casa y han hincado la rodilla lejos de ella, si bien la Ponfe comenzó con triunfo y este pasado fin de semana fue cuando perdió, por 1-0 en su visita al Mallorca.
Guerreros del play off

¿Y qué imagen ha dado la Ponfe en estos dos partidos? Pues de conjunto luchador, aguerrido, que pelea siempre por llevarse al menos un punto hasta el último suspiro. No hay más que echar un vistazo al choque en el Iberostar Estadio, donde tan solo la genial actuación del portero evitó que la Ponfe se llevara un punto en su visita. Ante el Elche la primera jornada, con un buen 2-0, la historia fue diferente en El Toralín.
Mucha parte de culpa de este arranque lo han tenido varias incorporaciones más que interesantes en este recién concluido mercado veraniego, donde la Ponfe ha sabido moverse de manera más o menos eficiente.
Ha llegado algún nombre más que interesante como William Jebor, del Rio Ave portugués, un viejo conocido como es Álvaro Antón o Lolo Pavón desde Lugo, que han dejado en menos las marchas de otros como Carpio, Tete, Kepa, Sobrino o Gaztañaga.
De esta manera, con gente curtida en la categoría y con experiencia a partes iguales, la Ponferradina no renuncia a nada esta temporada. El equipo leonés ya se ha gestado un nombre y un respeto en Segunda estos últimos años, con lo que los de Garitano saben que no podrán confiarse este domingo en El Toralín.
Curiosidad del rival de esta jornada: Si los presidentes en el mundo del fútbol acostumbran a pasar más o menos tiempo en el sillón a lo largo de los años, el de la Ponferradina, José Fernández Nieto, puede presumir de los más longevos de Segunda. Desde 1999 lleva el máximo mandatario al cargo en la Sociedad Deportiva.
