Análisis del próximo rival del Real Valladolid
Mister Hyde vuelve a casa convertido en el doctor Jekyll. O eso se supone. El Real Valladolid regresa este domingo de nuevo a su fortín, Zorrilla, sabiendo que si bien es cierto que después de cinco jornadas no ha conseguido mostrar una base sólida, al menos junto a su público sí es capaz de sacar resultados. Y es que ante el Nàstic de Tarragona, una vez más, no vale otra cosa que no sea ganar para no desengancharse de los puestos de arriba.
Pronto deberían empezar a cosechar victorias como visitantes los de Garitano si quieren aspirar a algo, pero antes es necesario mantener la estabilidad en casa propia. Como viene ocurriendo semana tras semana, la meta no será fácil. Enfrente espera un rival que ha empezado lanzado la competición y que no vendrá de paseo a Valladolid.
Sube y baja
Bien es cierto que pese a que el conjunto tarraconense se encuentra situado en un envidiable tercer puesto con diez puntos, merced de tres victorias, un empate y una derrota, tampoco están dando sensación de gran estabilidad. Es lo que tiene la Segunda División, que ni siquiera los de arriba pueden presumir de nada, y menos después de que esto solo acabe de empezar.
Pero volviendo al Nàstic, sus cinco resultados ligueros han convertido al conjunto entrenado por Vicente Moreno en un equipo de sube y baja. Tras comenzar empatando en casa ante el Albacete (2-2), llegaron dos victorias ante Tenerife (1-2) y Girona (1-0), lo cual vino a refrendar un buen arranque de Liga. Pero enseguida se tropezó a domicilio frente al Elche (1-0)… para recuperar sensaciones la semana pasada en la visita del Mallorca (1-0). Lo dicho, una montaña rusa.
La cuestión es que para tratarse de un recién ascendido el primer acto no está siendo nada malo. Tras un ascenso que costó sangre, sudor y lágrimas pero que culminó de manera más que feliz (los catalanes quedaron primeros de grupo y se deshicieron fácilmente del Huesca con un 3-1 en el global de la eliminatoria), los catalanes quieren volver a asentarse en la categoría de plata, de donde nunca debieron salir.
Por ahora parece que los mimbres están bien entrelazados. Y es que tres años en Segunda B han sido bastante purgatorio para un equipo que, hace no tanto tiempo, militó también en Primera. La intención ahora pasa por mantener el proyecto en Segunda y, con unas cajas que tampoco están precisamente boyantes de dinero, esperar para poder aspirar a algo más.
Plantilla de renombre
Para ello el presidente Josep María Andreu ha apostado por una estrategia ambiciosa, con varios fichajes de renombre y que espera sean suficiente para cumplimentar lo que ya había el año pasado. Chapa y pintura, que se dice tradicionalmente. Sin lugar a dudas del que más espera la grada del Nou Estadi es de Achille Emaná, quien triunfará en el Betis allá por los años 2009, 2010 y 2011.
Tejera, Palanca, Gal Arael… Varios nombres conocedores de la categoría, cumplimentados con algún toque exótico, deberían ser suficiente como para poner a la afición en pie y pasar algún que otro buen momento en Tarragona. Por ahora el juego del conjunto catalán se ha mostrado válido, sobre todo en casa, pero todavía queda camino por recorrer.
Así las cosas el Real Valladolid no puede ni debe confiarse ante un equipo que quiere aspirar a más ganando su segundo partido como visitante. Los ‘nastiqueros’ ya han olido la sangre y son conscientes de que el público de Zorrilla podría empezar a ponerse más o menos nervioso si las cosas no salen desde el principio, una auténtica baza a su favor. Al Pucela no le queda otra que mostrar temple y tirar para adelante.
Curiosidad del rival de esta jornada: Hay quienes, osados ellos, se atreven a llamar al Nàstic de Tarragona el Decano del fútbol español. Y es que el club catalán nació en 1886, tres años antes que el Recreativo de Huelva, con la salvedad de que este ha tenido varios cambios de nombre y alguna que otra fusión con otro equipo en sus inicios, por lo que parece que la palma terminó por llevársela definitivamente el equipo andaluz.