El técnico serbio no ha repetido once en los doce partidos disputados en lo que va Liga. Doce onces distintos que aumentan a catorce si se tienen en cuenta los dos utilizados en Copa del Rey.
El técnico Miroslav Djukic posee un dilema desde que dio inicio la temporada 2011/12. Surgió en los propios partidos de pretemporada y ha ido extendiéndose hasta la pasada duodécima jornada liguera. En su mente habita un puzzle de muchas piezas, difíciles de acoplar: el once tipo. Doce partidos disputados en la liga de plata, doce alineaciones distintas.
De los doce choques incluidos en liga regular que el Real Valladolid ha jugado, sólo un futbolista ha participado de forma íntegra desde la titularidad. Ocupa la portería y se llama Jaime.
El meta, procedente del Elche, se ganó la confianza del entrenador desde el primer instante. Su regularidad y liderazgo están quedando marcados a fuego en la camiseta de portero del conjunto pucelano.
Sólo ha visto a sus compañeros detrás de la línea de cal en dos ocasiones, correspondientes a los partidos de Copa del Rey ante el Nàstic y el Celta de Vigo. En ellos, el segundo cancerbero, Dani Hernández, ocupó la portería de los pucelanos. El cambio en la meta parece inviable y la disyuntiva, inexistente.
Los defensores del Pucela, encargados de construir las sólidas murallas que eviten el gol, no han gozado de la consistencia y vigor necesarios para constituirse como un seguro de vida. Los cambios han sido continuos en la zaga, y eso ha condicionado al Real Valladolid.
Desde la venta de Barragán al Valencia –disputó el primer duelo liguero en Tarragona-, el conflicto del lateral derecho ha aparecido en las pesadillas más incómodas para Djukic. Con una carta menos en la mano, ha dado preeminencia al joven Tekio. El murciano ha ocupado el lateral desde el pitido inicial en diez ocasiones, una de ellas en Copa del Rey. Sólo en dos partidos de Liga, ante Murcia y Numancia, ha cedido la titularidad a Mongil y Felipe, respectivamente. El otro lateral derecho, Varela, arrastra problemas físicos y no ha debutado aún en liga con el conjunto albivioleta.
El lateral siniestro, con menos ajetreo, también ha tenido más de un dueño. En concreto, a dos. Una de las competencias más sanas del Real Valladolid se está desarrollando por la banda izquierda, en la que Peña y Balenziaga son los jugadores que compiten por hacerse con la titularidad. Por ahora, el lateral vasco exhibe un claro triunfo en detrimento de Peña, que ha jugado ocho de los partidos de Liga y uno de copa.
El salmantino Peña inició la temporada de manera irreprochable. Participó los cuatro primeros partidos de Liga en el once tipo de Djukic, pero ha terminado cediendo las llaves de la titularidad a Balenziaga. Sin embargo, el multifuncional defensa ha participado en las últimas fechas como central, por lo que las conjeturas sobre su postergación quedan descartadas.

En el centro de la defensa se han producido los bailes de entradas y salidas más frecuentes, aunque un futbolista se ha destapado como fijo en las alineaciones: Jesús Rueda. Apoyado por el técnico pucelanista, ha iniciado en el verde doce partidos, once de ellos en competición regular. Únicamente ha faltado a la cita en Vigo.
Sin embargo, su compañero en el eje central de la defensa no ha sido siempre el mismo. Juanito, golpeado por las lesiones en la presente campaña, ha participado en cuatro ocasiones desde la titularidad. Todas correspondieron a las cuatro primeras jornadas en la Liga Adelante. Desde el encuentro con el Murcia, que terminó en derrota, el andaluz no ha gozado de ningún minuto.
En su lugar se ha situado Marc Valiente, que ha sido titular en seis de los doce partidos ligueros del Real Valladolid. El catalán sigue, no obstante, escoltado por la mala suerte.
Sus incesantes lesiones han frenado sus minutos jugados, si bien está considerado por Djukic como su segundo central, tras Rueda. Cuando han faltado Marc o el propio Rueda, el central Mongil les ha reemplazado con garantías. En seis partidos ha aparecido en la lista de los once elegidos, dos de ellos en la Copa del Rey.
En el centro del campo, tampoco todos los futbolistas sonríen. No se ha encontrado la estabilidad, aunque dos piezas como Nafti y Víctor Pérez parecen aferradas a la titularidad. El mediocentro Nafti ha entrado de inicio en ocho citas ligueras y se ha convertido en el pulmón del centro del campo; en la primera prueba exigente por la que han de pasar los equipos rivales antes de llegar a la periferia del área de Jaime.
El caso de Víctor Pérez es llamativo. Después de cosechar la primera derrota de la temporada en Zorrilla, ante el Murcia, el volante organizador apareció de inicio en el empate contra el Celta en Balaídos. No ha vuelto a bajarse de la titularidad, encadenando ocho partidos consecutivos desde esa situación.
En el inicio de curso, los mediocentros Jorge Alonso y Álvaro Rubio campaban por la medular del Real Valladolid. Pero la columna vertebral tambaleaba para Djukic. El charro, siempre habitual en los primeros partidos, ha terminado por disiparse entre la maraña de su competencia. Jugó de titular las tres primeras jornadas, ante Nàstic, Córdoba y Girona. En el partido frente a los gerundenses, el medio campo no funcionó. Desde entonces, ha variado su status a jugador secundario del conjunto pucelano.
Rubio sí ha contado para Djukic en más ocasiones, al haber jugado seis encuentros desde la titularidad y siete en total. Por contra, no ha seguido una línea regular de participaciones, entregando su corona de líder al franco-tunecino Nafti.
Otro de los jugadores con escaso protagonismo en las alineaciones del entrenador serbio es Javier Baraja. Dos partidos como titular en Liga y dos en Copa resumen el camino recorrido de uno de los jugadores más valiosos en el vestuario del cuadro pucelano.
El mediocentro internacional sub-20 de Portugal, Saná, y el africano Razak, han desempeñado hasta la fecha un papel intranscendente. No obstante, ambas tesituras son distintas. Razak no sirve para Djukic y se le busca una salida en invierno. Saná debutó en la victoria sobre el Alcoyano y, pese a no haber jugado en el once inicial hasta la fecha, posee potencial y ocasiones para hacerlo en el futuro.
Quien sí está gozando de una de las temporadas más prolíficas en lo deportivo es Sisi. Con once participaciones como titular, salió exclusivamente desde el banquillo en la derrota contra el Murcia. Lo demás, rodado. Ha anotado tres goles en doce encuentros, cifra sorprendente para un futbolista que no destaca por su compenetración con el gol.

Marquitos y Nauzet están compartiendo protagonismo en la banda derecha. El ibicenco está viendo recompensado su trabajo con titularidades. Ocho en lo que va de campaña, siete de ellas ligueras. En los tres últimos partidos ha jugado desde el primer minuto, pero en el encuentro contra el Xerez, Nauzet volvió marcando un gol de penalty que supuso el triunfo blanquivioleta.
La competencia entre ambos representa una de las más igualadas de la plantilla, puesto que el canario, considerado un componente fundamental en el esquema de Djukic, ha permanecido en el once titular durante seis partidos consecutivos, incluido uno copero, en el que consiguió cuatro goles para engrosar la goleada frente al Nàstic.
En su sexta y última inclusión como titular en Liga, ante el Numancia, no completó su mejor partido, derivando en una suplencia de la que Marquitos se ha valido para hacerse con más minutos en la cancha.
El hombre revulsivo, Jofre, no ha tenido la oportunidad de jugar como titular en competición liguera. En cambio, sí ha formado parte del once de salida en los dos encuentros de Copa. El estado actual de Sisi, en banda cambiada, dificulta en gran medida su aparición desde el primer minuto en el once de Djukic. Con todo, ha jugado en ocho de los doce partidos que han tenido lugar en liga.
Abordando la zona de entre líneas, dos jugadores salen a escena: Óscar y Alberto Bueno. El media punta salmantino está volviendo a crear ese último pase de una jugada marchita. En ocho alineaciones titulares de Liga ha aparecido reflejado su nombre, entre ellas las tres últimas.
En la pugna con Bueno, el veterano está ganando la partida a un futbolista que, pese a haber adquirido experiencia y madurez en su etapa en Derby, acumula una seria necesidad de volver a marcar. El madrileño ha disputado seis partidos de titular, y en tres ha entrado en el campo desde el banquillo de suplentes. Ahora, con su ausencia por un mes a causa de una lesión, el camino se allana para Óscar.
El ex madridista comenzó la temporada como un tornado que fabricaba goles como sonrisas en los aficionados. Sus cuatro tantos conseguidos en las dos primeras jornadas lo elevaron a la categoría de máximo goleador de la segunda división. Sin embargo, las luces se apagaron en el talentoso atacante, mientras comenzaba a aparecer la figura, nuevamente, del ‘killer’ por excelencia del Real Valladolid: Javi Guerra.
El ‘9’ pucelano no está disfrutando de la misma fortuna con el gol que la pasada temporada, pero continúa formando parte del club de los imprescindibles. Desde el preciso instante en que a Bueno se le apagó su prometedor idilio con el gol, Guerra empezó a salir de inicio como delantero referencia del Real Valladolid. El encuentro en Girona significó el último sin el punta malagueño como titular, acumulando desde aquel día nueve encuentros seguidos en los que sí lo ha sido.
Por último, dos delanteros cuentan los minutos que han jugado con los dedos de la mano. Uno de ellos, Manucho, parece haber desbancado al otro, Aquino. El nombre del angoleño sí está escrito en la agenda del entrenador, ya que ha jugado en cuatro partidos y ha marcado un tanto con el Real Valladolid esta temporada.

La situación de Aquino es más turbia, en cambio. No ha jugado aún en Liga, y sólo en los dos encuentros en Copa del Rey ha tenido la coyuntura, desaprovechada, de mostrarse ante todos al formar parte de la alineación titular.
En las próximas parece difícil que revierta su situación, si bien la lesión de Bueno y la convocatoria de Manucho con Angola puede ofrecerle una nueva oportunidad.
Con todo, aunque los resultados acompañan, el puzzle blanquivioleta sigue sin encajar. Algunas piezas parecen casar, pero la mano tiembla cuando ha de elegirse dónde situar algunas de ellas. Algunas demarcaciones lucen desde el principio, no así otras. El tiempo corre y no espera. Mientras, Djukic sigue buscando la fórmula para que todo el equipo brille.
Consulta aquí las distintas alineaciones utilizadas por Miroslav Djukic hasta el momento: Alineaciones.
