La plantilla blanquivioleta entrenó sobre el césped de Los Anexos con la vista puesta en el Alavés. Después, Juanpe atendió a los medios de comunicación

El primer equipo del Real Valladolid volvió al trabajo, tras un día de descanso, en un entrenamiento marcado por el frío y la cencellada, típicos de la capital castellano y leonesa de estas fechas, que cubría el césped de Los Anexos. En la sesión del martes, Miguel Ángel Portugal pudo contar de nuevo con André Leão, que ya está con el grupo tras dos semanas al margen. Sin embargo, Álvaro Rubio, Manu del Moral, Moyano y Erick Moreno no estuvieron con el resto de compañeros. Óscar, con permiso del club, tampoco se ejercitó. El canterano recogió el lunes por la noche el premio al mejor centrocampista de la Liga Adelante en la temporada 2014/15.
El susto de la mañana vino protagonizado por Tiba. El mediapunta sufrió un pinchazo en los isquiotibiales en la recta final de la sesión y se retiró antes de tiempo. A pesar de ello, no sufre rotura muscular, tan solo sobreestiramiento, y el club no especifica si se perderá el partido de la próxima jornada. Quien, de momento, seguro no estará ante el Alavés es Mojica, a no ser que los respectivos comités acepten el recurso que el Real Valladolid ha interpuesto para que le retiren la primera amarilla que vio ante el Lugo.
Tras la sesión matinal, Juanpe compareció ante los medios de comunicación. El pasado domingo volvió a la titularidad, debido a las bajas en defensa, y cuajó un buen partido. El grancanario confesó que se sintió “bastante cómodo”, a pesar de llevar mucho tiempo sin jugar de continuo, aunque quiso destacar la expulsión que sufrieron “otra vez”.
Juanpe dotó al equipo de una salida de balón jugado, algo que se notó desde el primer minuto y que por su forma de jugar le viene bien. “Me encuentro cómodo con balón e hice lo que me pide el míster. Tanto yo como Mario Hermoso pudimos hacerlo bien“, explicó. Una pareja inédita como zagueros que al canario no sorprendió, porque en los últimos entrenamientos ya lo habían “trabajado”.
A pesar de no ser el veterano, puesto que estaba Chica, Juanpe tomó las riendas de la defensa y dirigió al resto de compañeros para mantener la línea de la defensa donde está el balón. “Seguimos en la línea que veníamos trayendo, el equipo estuvo muy bien en ese aspecto. Yo tomé la voz cantante y por mi lado a Mario le decía que tirara de Ángel al principio y gracias a eso salvamos varias ocasiones“, analizó. Sea quien sea quien ocupe ese puesto, lo único que se necesita es “buena comunicación y tener las cosas claras”.
Continuidad en el aire
Para la próxima jornada, la pareja de centrales volverá a ser una incógnita y Juanpe no sabe si repetirá o no, lo que está claro es que él pondrá toda la intención para seguir. “Eso ya es decisión del míster, voy a trabajar como desde hace varias semanas. Aquí prima el colectivo y si me quedo fuera solo queda apoyar desde fuera al cien por cien“, comentó el central.
Desde la portería a la punta de ataque tendrán que estar muy pendientes y medir bien las acciones para evitar ver tarjeta amarilla, que últimamente se convierten en rojas. “Pensamos que no somos tan agresivos como demuestran las expulsiones y nos miden con otra vara que al rival”, afirmó Juanpe. Al quedarse con diez, el planteamiento cambia y el partido se afronta de otra forma. “Está claro que condiciona cuando te sacan la primera tarjeta y estamos sufriendo bastante eso. No queremos que nos den, pero que no nos quiten”, apuntó. Quiso poner en liza la parte de culpa que tienen ellos “por no medir” y quiso poner en sobreaviso sobre este tema por el próximo rival. “El Alavés es un equipo intenso que las provoca y tenemos que tener cuidado con eso”, subrayó.
Además, quiso explicar cómo vivió él la expulsión de Mojica y cómo sucedieron las cosas. “Al descanso, el árbitro me dijo que hablara con él. Posteriormente, fue el colegiado quien habló con ‘Moji’ y cuatro minutos después lo expulsa. Quizá la segunda sí lo es porque es agarrón, pero la primera es injusta”, concluyó.
