Daniel Luque, coordinador en Castilla y León de esta ONG, explica algunas de las actividades que llevan a cabo para concienciar a la sociedad sobre sus actividades y la coyuntura a la que atañen, así como el programa ‘#YODONO’
Como se puede percibir en ESTA ENTREVISTA, Accem desempeña una labor importante en la sociedad de Valladolid para la inserción de inmigrantes y refugiados, en ocasiones, a través de deportes como el fútbol. Tal y como explica su coordinador en Castilla y León, Daniel Luque, “gran parte de la financiación de los distintos programas desarrollados viene de las administraciones públicas: el Ministerio, la Junta o entidades locales más pequeñas”, así como de socios privados.
Sin embargo, hay otra “pequeña parte” de todo el trabajo que hacen que no tiene financiación, “bien porque no encaja en los distintos proyectos o debido a la ley de subvenciones”. Es el caso, por ejemplo, de la ropa deportiva de los pequeños que juegan al fútbol en el Don Bosco o del equipo que forma el grupo de subsaharianos con el que trabajan en otro de sus proyectos.
Es por ello que realizan diferentes campañas como ‘#YODONO’, con las que pretenden recaudar fondos para cubrir partes esas partes de sus proyectos no cubiertas; “para poder llevar a cabo actividades que no son cubiertas de otra manera, que son necesarias” y para las cuales no cuentan “con los recursos materiales necesarios para que se lleven a cabo”.
Otro de sus principales cometidos es la sensibilización con la realidad de los inmigrantes, de personas en situación de exclusión o refugiados. Para dar a conocer su trabajo y la coyuntura a la que este atañe, llevan a cabo diferentes acciones “en muchas líneas”, como las meras charlas formativas “en centros estudiantiles de mejores, asociaciones de vecinos o de mayores”, en las que de una manera formal explican qué es Accem, qué es un refugiado y qué un inmigrante.
De una manera más informal, frecuentemente “coincidiendo con días más específicos como el día del refugiado o el día del inmigrante”, realizan otras acciones como teatro de calle, ciclos de cine, conciertos, torneos deportivos entre asociaciones… “Nos sirve par que la gente con la que trabajamos y el resto de la sociedad vean cómo se hacen las cosas en otros sitios en esos campos”, comenta Luque.
Un ejemplo reciente es el recital de poesía organizado junto a la Fundación Santiago Montes, en la cual toda persona que salía a recitar, ya fuera un texto propio o aquello que quisiera, donaba un euro “para proyectos con refugiados, actividades formales u otras más de calle”. En definitiva, todo con un mismo fin: hacer más fácil a quienes distintos avatares les han obligado a abandonar su país.