El Real Valladolid Promesas recibe este domingo al Coruxo FC, un rival a priori directo por la permanencia que camina un tanto desahogado por la categoría

El Real Valladolid Promesas no quiere sustos. Y para evitarlos, mejor será que sume este domingo los tres puntos. Esa es la idea que se le pasará por la cabeza a Miguel Rivera y a sus pupilos de cara al encuentro frente al Coruxo FC, un rival acostumbrado a la categoría, llamado a estar en la misma pelea que el filial y que camina un tanto desahogado por la Segunda División B, con un margen de seis unidades sobre el descenso.
A pesar de las múltiples bajas, el Promesas intentará hacer valer otra vez su condición de local, esa que ponderó en los cinco últimos envites, puesto que desde que perdió contra el Castilla el siete de octubre no ha vuelto a caer en casa (primera y última vez). Después de aquel tropiezo han llegado dos empates y tres victorias, resultados que son los que permiten que los blanquivioletas estén aún con dos puntos sobre el play-out y tres sobre el descenso.
“Es un partido súper importante y tenemos que ganar sí o sí“, confesaba este sábado Rivera en declaraciones al portal web del Real Valladolid, lo que invita a pensar en un equipo hambriento a pesar de no poder contar de nuevo con Waldo, entre otros. Las ausencias han motivado que en la citación estén los juveniles David y Víctor, cuya temporada en el División de Honor invita a concederle más oportunidades.
Si el Promesas es el noveno mejor local, el Coruxo es el noveno peor foráneo, después de haber sido capaz solamente de ganar en Burgos. No obstante, llega situado en la novena plaza, con veintiocho puntos, cuatro más que el filial, con cierto desahogo en su situación y con un plantel que cuenta con futbolistas que conocen bien la categoría, como Alberto, Antón, Jacobo Trigo o Borja Yebra y entre los cuales se encuentra el exblanquivioleta Santi Samanes. Manuel Justo, con cinco goles, es el máximo anotador del cuadro que dirigen los hermanos Jacobo y Marcos Montes.
