Ante las múltiples bajas del Real Valladolid para visitar el Tartiere, jugadores como Tiba o Guzmán se convierten en posibles opciones para completar el once blanquivioleta
Foto: El Norte de Castilla
Dice el refranero popular que a rey muerto, rey puesto. En España, en un símil adaptado, diríamos que el que fue a Sevilla perdió su silla. Y es que este año la competencia no es que esté siendo precisamente voraz en el vestuario del Real Valladolid, aunque si algo queda claro es que si te despistas, puedes perder tu puesto. Lo que tiene que ni Garitano primero ni Portugal después, transcurridos dos tercios de competición, hayan conseguido dar con la tecla de la alineación definitiva.
La cuestión es que tras el choque ante el Huesca del pasado domingo, el parte de guerra ha resultado lo bastante amplio como para que el propio Portugal tenga que plantearse algún que otro dilema para rellenar los huecos del once vacantes.
De atrás para adelante, André Leão no se vestirá de corto durante unas cuantas semanas, mientras que Álvaro Rubio tendrá que apurar hasta última hora para ver si coge el billete a Oviedo. Y no solo ellos dos. La operación de Manu Del Moral también le deja KO para este sábado. Nada menos que tres titulares de hace apenas unos días.
Y es ahí donde surgen las dudas, claro. Dando por hecho que Borja será uno de los elegidos –fue quien saltó al campo por Leão–, quedan un par de tronos que buscan su rey puesto; al menos dos oportunidades para regresar del ostracismo. Sí, ostracismo. Porque a la afición ya se le ha olvidado el nombre de algún jugador que destacó de aquella o aquesta manera a principio de temporada. ¿Recuerdan a un tal Guzmán Casaseca? ¿A Tiba, tal vez?
Desde luego ellos ya están frotándose las manos, sobre todo el portugués. La plaga en el centro del campo le pone las cosas más fáciles para formar pareja de baile junto al nombrado Borja, lo cual supondría una pareja inédita, ya que ambos no han coincidido todavía ni un solo minuto juntos sobre el terreno de juego. Ante Alcorcón y Ponferradina, hace unas jornadas, Portugal optó por quitar al luso en lugar del madrileño, hasta que el segundo le comió la tostada para estos últimos compromisos.
Un claro ahora o nunca para Tiba, que por el momento se está confirmando como un jugador irregular, de esos con demasiados altibajos como para encontrar continuidad suficiente en el once blanquivioleta. No hay más que mirar los datos. En lo que va de liga, dieciocho partidos jugados, apenas ocho de ellos como titular. Y para más inri, tan solo tres de ellos desde que comenzó el presente año. Tras varios dimes y diretes, un buen momento para dar el do de pecho.
Más complicado lo tiene sin embargo Guzmán Casaseca. Ese jugador que llamara la atención en pretemporada y con algún destello a comienzo de curso, ha terminado por llevarse más ración de banquillo y de grada que otra cosa, algo de lo que, por cierto, tampoco se ha librado Tiba. Pero volviendo al pacense, la lógica dicta que será Mojica quien ocupe el lugar de Del Moral con Nikos o Hermoso cerrando el flanco izquierdo. La esperanza es lo último que se pierde, si no como titular, quién sabe si desde el banquillo.
Lo cierto es que los números de Guzmán tampoco son precisamente para tirar cohetes. Diecinueve chances con solo cuatro titularidades, aunque al menos con dos goles esta temporada. Sin aparecer en el esquema inicial de Portugal desde el veintidós de noviembre ante Osasuna, clama al cielo por una oportunidad para demostrar su valía. ¿Puede que llegue? Parece complicado, pero las bajas sin duda abren un rayito de esperanza. Y es que ya se sabe que a rey muerto, rey puesto.