Pasado el primer tercio de competición, analizamos cómo está el Real Valladolid esta temporada y cómo estuvo a estas alturas la campaña pasada
Foto: Ángel Becerra
El Real Valladolid completa el primer tercio de competición con un bajón en cuanto a resultados, ya que en las últimas cinco jornadas no conoce la victoria. Pese a esa mini crisis que envuelve el entorno blanquivioleta, el conjunto dirigido por Luis César está a tiempo de todo, de pelear por el ascenso, de seguir ilusionando, puesto que quedan muchos puntos por jugar y la Segunda División ya se sabe cómo es.
Una vez finalizada la decimocuarta jornada, este equipo se sitúa en la novena posición con veinte puntos, a seis del líder y a tres del play-off. La temporada pasada, a la misma altura, los blanquivioletas eran undécimos con dieciocho puntos, a trece del primero y a dos de la promoción.
Todo lo contrario que entonces, a este Pucela no le cuesta demasiado hacer gol, aunque sí necesita numerosas ocasiones, pero las cosas atrás no marchan nada bien. Así las cosas, hay varios datos que refrendan una cosa y la otra.
El conjunto de Luis César es el equipo más goleador de Segunda División con veintiséis goles a favor (tan solo llevaba trece en la 2016/17), pero también es el segundo más goleado, solo superado por el Córdoba, farolillo rojo de la categoría (hace un año, Becerra había encajado trece goles). También destaca en ser el tercer conjunto con más porcentaje de cara a gol, el primero con más centros buenos y el que más remata.
Claramente, la forma de juego que quiere imponer Luis César afecta en el apartado goleador. El Real Valladolid se centra en el ataque y, a veces, se olvida de defender. Por eso, mucho más analizado en profundidad, este equipo se ha ido dejando puntos importantes en el camino que, esperemos, no tenga que echar de menos en junio cuando llegue la hora de la verdad. El hándicap de empezar perdiendo lastra al conjunto blanquivioleta, aunque ha sido capaz de igualar el marcador en cinco ocasiones. Ante Almería, Lugo, Reus y Sporting, más el partido loco de la Cultural, el Real Valladolid rescató un punto después de que el otro equipo se adelantara en el marcador.
Esos cinco partidos mencionados son los cinco empates que el Pucela tiene en su contador particular. También cinco son las victorias que ostenta, mientras que se ha visto derrotado en cuatro ocasiones. Justamente, de esas cuatro derrotas, dos fueron más que dolorosas ante el Rayo Vallecano y el Nàstic de Tarragona, donde los blanquivioletas encajaron siete de los veintitrés goles. Ahora bien, la pasada campaña también ganaron cinco partidos hasta la jornada 14ª, pero se empataron tres y se perdieron seis, después de la famosa racha de cinco derrotas consecutivas que lastraron al equipo de Paco Herrera.
Aparte de la sangría de goles en contra, si hay otro tema que en su día supuso mucho debate fue el de la disciplina. A principios de campaña, se pudo ver a un Real Valladolid intenso, que no violento, y que se llevaba tarjetas amarillas con facilidad por petición expresa de su técnico; todo con el fin de parar al rival y evitar males mayores. Haciendo la comparación, no hay excesiva diferencia entre una temporada y otra, aunque sobre el terreno de juego las sensaciones sean diferentes. El conjunto de Luis César ha visto 34 tarjetas amarillas y dos rojas, mientras que el de Herrera de la 2016/17 vio 30 y una roja hasta la jornada decimocuarta.
Con todo esto, visto que el primer tramo de competición liguero ya se ha superado, pero con mucho todavía por disputar, el Real Valladolid es capaz de conseguir el objetivo propuesto a principio de temporada. Corregir errores e insistir en lo que se está haciendo bien que, aunque no lo parezca, se están haciendo bien muchas cosas, son y serán dos elementos fundamentales para el devenir de esta campaña, donde el Real Valladolid, por suerte todavía, está a tiempo de todo.