¡Mucho cuidado con el aceite! Si eres de los que al abrir una botella arrasas con los tapones, tienes que saber que estás cometiendo un grave error. Pese a la tentación que supone, y más desde la implantación de los tapones que vienen enganchados, esa nueva forma de cerrar las botellas tiene un motivo y es el de hacer más fácil el reciclado.
Pero no solo los tapones de las botellas de plástico, también los del aceite, de un perfil diferente, son esenciales para hacer un uso adecuado del propio aceite. A partir de ahora, antes de abrir una botella del mismo y arrasar con todo lo que nos encontremos por delante, párate a pensar en el por qué de su existencia. Encontrarás un significado lógico. Concretamente no estamos hablando del propio tapón exterior, sino de la anilla que lo cierra de forma preventiva antes de abrirlo por primera vez y que suele ser en muchos casos daños colaterales.
La anilla de las botellas de aceite
Independientemente de si hablamos de las garrafas más grandes o las botellas individuales, estos envases de Polietileno Tereftalato, o más conocido como PET, o las de cristal, se fundamentan en base a una anilla interior. Con la presencia de estas anillas lo que se consigue es conservar la calidad del aceite.
Cuando abrimos por primera vez una botella, la tentación es desechar esa anilla que más que ayudar, parece que estorba. Si bien, todo lo contrario. Esa tapa lo que hace es favorecer la conservación del propio aceite. Concretamente, si prescindimos de ellas, lo único que hará es empeorar la calidad del líquido interior. Esto ocurrirá por medio de un proceso que lo debilitará de manera paulatina con el paso de los usos. Además de esa conservación, la anilla evita que la luz, el calor o el oxígeno afecten a la calidad del mismo.
El correcto uso de las anillas de las botellas de aceite
Si queremos hacer un uso correcto de esta anilla en las botellas de PET, lo primero que deberemos hacer es arrancar la propia anilla. A partir de ahí, lo siguiente será darle la vuelta e introducirla en el mismo lugar pero de forma invertida. Eso hará automáticamente que se convierta en una especie de dosificador casero. Eso limitará el flujo y producirá un vertido más correcto para evitar el exceso de aceite. De esta manera, con su vuelta al lugar de origen, no cometeremos el error comentado previamente y evitará que el aire entre en la botella.
Los efectos negativos de permitir que entre el oxígeno, la luz y el calor en el aceite
Consumir aceite de oliva en mal estado puede ser tremendamente perjudicial para nuestra salud. Concretamente, puede afectar causando problemas digestivos como la diarrea o náuseas. Eso se produce cuando el aceite comienza a recibir de manera contínua los efectos de la luz, el oxígeno y el calor. Sin esa anilla, cada vez que retiremos el tapón, comenzará un proceso de oxidación, enranciamiento y pérdida de calidad. Normalmente esto producirá además una alteración del sabor, aroma y valores nutricionales.
En definitiva, si queremos evitar cualquier tipo de riesgo entorno a las posibles complicaciones por el aceite en mal estado, evita la tentación de abrir la botella de aceite y desechar la anilla. Por todo lo comentado, la presencia de esta anilla mantendrá mucho más seguro la calidad del producto. Esta explicación tiene que ser un antes y un después para cada vez que abramos una botella, ya sea de PET o de otro material, nos paremos un segundo a pensar el por qué de la anilla o el tapón y no decidamos arrancarlo a las primeras de cambio.
 
			