El Estadio Carlos Belmonte volverá a abrir sus puertas este domingo para recibir un clásico de la Segunda División, con el duelo entre Albacete y Real Valladolid. Detrás de este enfrentamiento se esconde una larga serie de episodios que han ido construyendo su historia con tintes de tradición, altibajos y recuerdos. Para los manchegos, jugar en casa siempre supone un aliciente extra; mientras que, para los pucelanos, cada visita a Albacete es una oportunidad para desafiar un estadio que rara vez se ha mostrado dócil.
La historia entre ambos equipos está plagada de encuentros de todo tipo, con 28 encuentros entre ambos en el fútbol español, catorce en Segunda, diez en Primera, dos en Copa del Rey y otros dos en la extinta Copa de la Liga. De todos, casi la mitad han caído del lado del conjunto blanquivioleta, aunque, en líneas generales, el Albacete ha sabido hacer valer su condición de local en el Belmonte, sobre todo en los años en que los dos equipos coincidieron en Primera División, donde el Valladolid solo pudo llevarse cuatro triunfos de La Mancha.
Algo diferente a la valoración que se puede hacer en la categoría de plata, donde el Pucela ha encontrado mucha más facilidad para golpear al equipo manchego en su propio campo y volver a casa con victorias que le dieron aire en momentos decisivos. Esa alternancia ha hecho de este cruce una cita siempre marcada en rojo en el calendario y pueda ser clave también para el nuevo encuentro del domingo en el Carlos Belmonte.
El Carlos Belmonte: inexpugnable en Primera, asequible en Segunda
Visitar el Carlos Belmonte en Segunda División sí dio ciertas alegrías a un Pucela que volverá a hacerlo este domingo, pero el historial reciente ofrece un equilibrio que mantiene vivo el suspense de cada partido. El Real Valladolid se ha impuesto en cuatro de sus últimas cinco visitas al Belmonte, lo que demuestra que, pese a la dificultad del escenario, supo encontrar fórmulas para superar al conjunto manchego.
La más recordada fue en la temporada 14/15, con un 3-4 eléctrico que todavía se comenta entre ambos bandos, junto al también muy recordado 0-1 cosechado en la 15/16, con gol de Juan Villar, en la última ocasión en la que el equipo blanquivioleta logró salir victorioso del Carlos Belmonte. Desde entonces, el Albacete ha recuperado terreno, con triunfos como el 2-0 de hace apenas dos temporadas en el que reafirmó su fortaleza como local.
Si se repasan los partidos en Primera División, la balanza es más compleja. En los diez enfrentamientos disputados entre Albacete y Valladolid en Primera, el Valladolid nunca consiguió ganar a los manchegos en casa. De hecho, las mejores actuación del Pucela como visitante en Albacete en la élite se reduce a dos empates, en la temporada 93/94 y en la 94/95, mientras que en el resto todo fueron victorias locales. Casi todas noventeras, en esos años dorados del famoso “Queso Mecánico”, un equipo que con su estilo descarado sorprendió a muchos grandes de la época y que en casa no perdonaba a nadie.
Albacete y Valladolid, un choque clásico
Más allá de los números, lo que ha quedado grabado en la memoria colectiva son ciertos partidos cargados de emoción que reflejan lo bien que se conocen ambos. El ya citado festival goleador del 3-4 en la 14/15, con vaivenes constantes y tensión hasta el pitido final, es uno de ellos. Del otro lado, el 2-0 del Albacete en la 23/24 significó algo más que un resultado, pues fue un golpe de autoridad ante un rival con aspiraciones de ascenso.
Incluso en eliminatorias de la Copa del Rey, cuando la suerte ha querido que el duelo se jugara en el Carlos Belmonte, los locales han logrado imponer su carácter en casa, alimentando esa sensación de fortín difícil de asaltar para el Pucela, con el 2-1 de la 92/93 en el recuerdo, que acabó con el Valladolid clasificando a cuartos de final por marcar gol en un Belmonte que solo dio tregua para eso.
Encuentros que simbolizan lo que representa este duelo, en los que no suele importar la racha previa ni la clasificación, pues cada partido tiene vida propia y suele regalar episodios inesperados. Algo que se repetirá en el cara a cara de este domingo, donde el presente añadirá más ingredientes a la historia ya común entre Albacete y Valladolid. El conjunto de Almada aterriza en Albacete invicto tras cinco jornadas, con la defensa menos batida de la competición y la sensación de haber encontrado una base sólida, mientras que la sombra del Carlos Belmonte, de nuevo, amenaza firme.