El delantero de las categorías inferiores del Real Valladolid vivirá su segunda experiencia internacional después de marcar 46 goles en la temporada que acaba de concluir

La cantera del Real Valladolid cerrará la temporada con un broche difícil de mejorar, el de una nueva internacionalidad. Será la cuarta del curso, después de las de Apa y Miguel con las categorías inferiores de España y de la absoluta de Renzo Zambrano con Venezuela, aunque no será de alguien que se estrene. Porque Aleksandar Isailovic ya sabe lo que es defender los colores del combinado de su país de origen, después de hacerlo el pasado verano con la sub 14.
Español de nacimiento pero de ascendencia serbia, el delantero cadete marcó 46 goles en la temporada que viene de concluir, 39 con su equipo ‘natural’, el de Primera Provincial, y otros siete con el Cadete Regional. Gracias a estos números, no es de extrañar que haya sido convocado por la selección sub 16 de Serbia para unas jornadas de convivencia que servirán al conjunto ‘plavi’ para comenzar a preparar la Fase de Clasificación para la próxima Eurocopa de la categoría.
‘Isa’, como es conocido en el fútbol base, tendrá la ocasión de volver a enfundarse la camiseta nacional en los amistosos que jugarán durante dicha concentración, que se desarrollará entre los días veintiuno y veintisiete de este mes de junio, en los que buscará marcar su primer gol como internacional y ‘defendiendo’ sus dos apellidos.
El primero, Isailovic, le delata como hijo del también delantero balcánico que llegó a ser el jugador más caro de la historia del Real Valladolid. El segundo, Gómez, el de su madre, es con el que se identificó ya en su primera experiencia en Stara Pazova, sede de la federación serbia, que mira atentamente sus evoluciones. Como lo hace desde fechas recientes la de Castilla y León, con la que debutó en un amistoso contra Francia el veintiséis de mayo.
Aleksandar, elegido por este portal entre los once canteranos más destacados de la estructura blanquivioleta en la campaña recién terminada, destaca por su físico imponente –mide 191 centímetros con apenas catorce años– y por su olfato de gol, condiciones que han llevado a que clubes de máximo nivel pongan también sus miras en él. Su futuro, sin embargo, debería ser en Valladolid, donde a priori competirá el año próximo en la categoría Cadete Regional.
