El Parquesol remonta en siete minutos el tanto inicial del Nuestra Señora de Belén, gracias a un doblete de la ‘nueve’ y a Charle, que redondeó un triunfo sufrido más de la cuenta

Mientras por el asfalto de la Castellana desfilaba un año más la cabra de la legión, ante la atenta mirada de cientos de miles de españoles que, pegados al televisor, disfrutaban de su Fiesta Nacional, a poco más de doscientos kilómetros otros cuantos optaron por presenciar, no con menos regocijo, un interesante derbi regional con emoción hasta el final.
Una forma quizás no tan ortodoxa de celebrar la festividad, pero sí efectiva, sobre todo para el aficionado del Parquesol, que se marchó a comer contento de haber presenciado otro tipo de desfile, con el Saso como escenario –que aplaudió la primera victoria del equipo– y con Ali como Reina, que protagonizó una remontada de bandera para resolver al especie de ‘scape room’ en el que se había metido su equipo y de la que por poco –diez minutos– no sale.
Tal fue el resoplido de las naranjas con el pitido final que desaparecieron de golpe las tres mil moscas que tampoco se quisieron perder un choque en el que un equipo dominó y otro quiso ganar con la eficacia como única arma, pero cuya táctica solo le sirvió para aguantar hasta el minuto ochenta.
Porque al Nuestra Señora de Belén tan solo le hizo falta una llegada al área rival para marcar y ponerse por delante, ante la incredulidad de quienes habían visto cómo hasta ese momento no había generado ni una pizca de peligro. Es más, todavía no se había descubierto el color de la camiseta de Lucía y era ya el minuto 56. Pero el fútbol son goles y la diana fue visitante.
Con el cero a uno, volvía a sobrevolar el gafe del Saso –de perder, habría sido la tercera derrota seguida en el feudo naranja–, pero el Parquesol persistió en su idea, sin caer en la tentación de dedicarse a enviar pelotas al área, como requisito desesperado para buscar el empate. Todo lo contrario, pues prefirió seguir con el balón controlado, jugado al primer toque y con las extremos en plena forma para encarar. Y le salió bien.
Cuando por las cabezas corría ya el run run de “hoy es uno de esos días que no entra nada” o “tenemos el balón, pero no el gol”, a falta de diez minutos apareció Ali para hablar de su libro: ese que dice que la delantera suma seis goles en cinco partidos. El quinto, que supuso el empate, llegó tras un gran disparo –el primero del partido entre palos que llevaba peligro real–.
Muerto el perro, se acabó la rabia o, mejor dicho, en el caso del Parquesol se desató para rematar la faena dos minutos más tarde con la misma protagonista que la inició. De nuevo Ali, en un balón suelto en el área, tiró de picardía para meter la pierna en el momento justo y enviar el balón a la jaula, para después pegar un grito de furia que mostró que su equipo no se había ido, que tan solo estaba teniendo un mal día, pero con final feliz.
Las burgalesas, más cerca en el marcador que en el juego

Ni con el marcador volteado cambió el guion del partido, siempre dirigido por las vallisoletanas, que lejos de amedrentarse buscaron la sentencia hasta alcanzarla, después de pasar por tramos difíciles. Es más, en el primer acto, la falta de brío hizo que el encuentro pareciera todo menos un derbi, sin control en las burgalesas ni acierto en las locales, ya que ni Sandra, que se exhibió en la banda izquierda, ni Charle encontraron puerta.
Sí en el minuto 88, cuando la que fuera futbolista del Belén, fiel a la ley del ex, sentenció con un precioso tercer gol y puso así el broche a su gran actuación. Falló de cara a portería, pero dio un recital en zona ofensiva, oxigenando el juego cuando era necesario y transmitiendo calma –que no pausa– para impedir que el partido se volviera loco con el marcador en contra.
Y con el chicharro de Charle terminó la historia de un derbi que el Nuestra Señora de Belén en cuanto a juego nunca igualó, y que con el segundo gol naranja terminó de perder en el marcador. Así las cosas, las de Rubén Jiménez podrían terminar la jornada en la tercera plaza si los resultados del domingo las sonríen, aunque con la satisfacción de que el trabajo propio ya está hecho.
Después de demostrar que la mejor versión naranja quizás no está instalada, pero sí cada vez más cerca, después de verse con nueve puntos en el casillero –seis de ellos consecutivos–, y con una delantera que lleva los mismos tantos que Messi y dos más que Cristiano, la vida se ve de otra manera. Y si encima es fiesta, con más razón.
CD Parquesol: Lucía; Carla (Iria, min.45), Noe, Maka, Alicia Fernández (Paulita Román, min.57); Barbi, Nata, Sandra, Yarima (Rut, min.91); Charle y Alicia Rey (Ali, min.47).
CD Nuestra Señora de Belén: Estela; Lidia, Naiara, Marta López, Ana; Paola, Andrea, Güemez, Paula (Claudia, min.66), Natalia (Gadea, min.50) y Alejandra (Alma, min.77).
Goles. 0-1, minuto 56: Paula; 1-1, minuto 80: Ali; 2-1, minuto 83: Ali; 3-1, minuto 87: Charle.
Árbitro: El colegiado Gonzálvez Alcaide dirigió el partido, escoltado en las bandas por Alba Gallego y Villalba Moreno. Amonestaron a tres futbolistas visitantes: Naiara, Güemes y Gadea.
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 5 del Grupo V de la Segunda División Femenina, celebrado en el José Luis Saso ante alrededor de 150 espectadores. Antes del inicio se guardó un minuto de silencio por las víctimas en las inundaciones en Mallorca de esta semana.
