Guillermo Almada no es amigo de salirse del carril un centímetro. El entrenador ha dibujado un trayecto para su Real Valladolid y no quiere desvíos como el que hubo en Albacete. Es por ello que, de cara al duelo del domingo contra la Cultural y Deportiva Leonesa, deja claro que lo que más le “interesa” es “recuperar la identidad” previa a esa última salida. A ello le añade la ansiada mejora en el juego, pero partiendo de la premisa de que deben volver a “jugar una final para transmitir de dentro hacia afuera”, algo que suena a pompas, pero con lo que los blanquivioletas van a convivir toda la temporada.
“La Cultural tiene una plantilla rica técnicamente y con buenos futbolistas. Quizás han tenido altibajos, pero esperamos una oposición durísima”, indicó el técnico uruguayo, que, no obstante, a lo largo de su rueda de prensa de este viernes, insistió en que deben mirar hacia adentro más que hacia afuera. “Tenemos que hacer méritos para ganar y levantarnos rápido del golpe del otro día”, apeló, sin dejar de reconocer en varias ocasiones los “condicionantes” del cuadro culturalista, a cuyo nuevo míster conoce ya en persona.
No en vano, ‘Cuco’ Ziganda pasó unos días en Valladolid “mirando los entrenamientos” hace unas semanas, bastante antes de que se le plantease esta posibilidad (que, según contó el navarro en su presentación, se le abrió el lunes). “Estuvo conversando con nosotros. Es gente de fútbol y le explicamos alguna cosa. Es experimentado y ha tenido su recorrido. Será un condimento más que haga dificultoso el encuentro”, explicó Almada. “Nosotros nunca cerramos la puerta a enseñar nuestra verdad”, respondió el charrúa al ser preguntado por lo atípico de la situación.
La autocrítica por encima del ‘factor sorpresa’
El hecho de que ‘Cuco’ Ziganda vaya a debutar oficialmente en Zorrilla convierte a la Cultural Leonesa en “una caja de sorpresas”. Una que no teme, ya que aunque cree que esto puede crear “dificultades”, está en el plantel blanquivioleta “poder sortearlas y estar en una buena tarde defendiendo, en la creación y en la definición”. Casi nada, se podría decir, pero eso es lo que quiere Almada. Independientemente de que sea un derbi: “Tratamos de prepararlo como todos los partidos; no es más importante porque haya una rivalidad”.
No en vano, saben Almada y ‘su’ Real Valladolid las cosas que hicieron mal en el Carlos Belmonte, que pusieron en común antes de volver al trabajo el martes. “Hicimos autocrítica y sacamos buenas conclusiones. Tenemos que recuperar la identidad y, sobre todo, la solidez que no tuvimos, más allá de que tuviéramos situaciones de gol. No estuvimos seguros ni sólidos, y eso siempre provoca dudas, pero hemos trabajado en recuperarlo”, aseveró el entrenador uruguayo, que puso también el foco en la necesidad de elevar la efectividad.. aunque no sea fácil.
“Uno, como entrenador, puede trabajar hasta el momento de la creación de la situación de gol, pero, después, el que define es el jugador. Dentro de la autocrítica que hicimos está la efectividad, pero el otro día no la tuvimos. Más allá de darles chances a ellos, tuvimos varias situaciones y seguramente podríamos habernos llevado otro resultado. Por eso se paga tanto dinero por los jugadores con gol, porque marcan diferencias”, reseñó el técnico.
Almada pierde a Juric
Aunque “está mejor de salud”, Guillermo Almada reconoció que “seguramente” no va a poder contar con Juric, quien sigue hospitalizado por el “accidente que se dio” en Albacete, donde recibió un pisotón que se le infectó. “Stanko [Juric] es un pilar en nuestro equipo y perdemos ciertas características que no nos abundan, pero, como les dije a los jugadores, ganamos otras circunstancias en el juego”, destacó el técnico; sin desmerecer al capitán, sino queriendo mirar al frente.
Este problema del croata puede llevar a Mathis Lachuer al once inicial, como reconoció el técnico. “Es una de las posibilidades que tenemos”, señaló respecto a un futbolista que, en su opinión, sigue “remando para ponerse en forma como los otros”. También lo está haciendo Sergi Canós, aunque “está mejor”, y si así se requiere, “ya está para participar”. No se espera una revolución, no obstante, ya que Almada no es amigo de ellas. “Estamos haciendo un análisis pormenorizado del nivel de cada jugador para que nos den soluciones”, insistió, sin querer señalar a nadie en lo que dijo respecto a la intensidad, un problema “de todos, no de un jugador o dos”.