Guillermo Almada es un hombre comedido en sus comparecencias públicas, y así se mostró tras imponerse al Burgos, en un derbi regional que definió en rueda de prensa como “muy complicado” por cuanta exigencia tuvo por parte del equipo contrario. Aunque el entrenador uruguayo confesó que les había faltado claridad a la hora de trenzar jugada, ensalzó otros valores que expusieron sus jugadores para auparse en el triunfo. “Se lo pregono permanentemente: cuando no podamos jugar, tenemos que estar concentrados, compenetrados en la lucha, en el esfuerzo, en la segunda pelota…”, indicó.
“Teníamos que jugar, ganando bien, más o menos o deficiente. Hay momentos en los que hay que hacerse presentes con la personalidad, las ganas y la disposición”, prosiguió su explicación el técnico charrúa, que, sin querer caer en los tópicos de las gónadas o la testiculina, insistió en que la victoria llegó gracias a “otras cosas que también son importantes en el fútbol” cuando con balón no puedes exponer lo que deseas “por la fricción que surgió en el partido”, en el que hubo más de una docena de cartulinas amarillas y 44 faltas en total.

Almada y el plan del Burgos
Con el balón controlado, Guillermo Almada vio “un buen primer tiempo” por parte de su equipo, que tuvo varias aproximaciones peligrosas, si bien el 0-1 no llegó hasta los primeros compases de la segunda. “Después del gol, hubo mucha pelota por el aire, cosa que no nos gusta, pero nos obligaron un poco a eso por los recursos que buscaban de pelear la pelota en el aire y buscar la segunda pelota. Nos costó más tener claridad”, señaló sobre el juego expuesto, que justificó también en la juventud del equipo. “Este tipo de situaciones hay que vivirlas”, dijo.
Lo cierto es que el Real Valladolid respondió bien al plan deseado de su entrenador de “sacarles la pelota” y también a los centros de los burgaleses, que prácticamente no les pusieron en aprietos. “Sabíamos que íbamos a tener dificultades y las supimos sortear. Otras, felizmente encontramos a Guilherme [Fernandes], que, siempre lo recalco, tiene que estar preparado para las oportunidades que tenga el rival por los espacios que a veces dejamos en ese ímpetu que tenemos de ir a por el resultado”, aseguró feliz el míster blanquivioleta.

Almada, sobre Chuki y las faltas
En opinión de Guillermo Almada, el partido “no fue tan friccionado, por más que hubo mucha pelota dividida”, como para que el colegiado, Fernández Pérez, mostrase nada menos que trece cartulinas amarillas -entre ellas a Iván Alejo, que cumplirá ciclo de amonestaciones contra el Real Sporting; primero del curso-, así como a tres a los banquillos, una al mismo técnico. “No fue para tanta amarilla, pero la ley fue la que tomó el árbitro”, insistió. En una de las 44 infracciones cobradas, llegaría el gol de la postrera victoria.
El tanto de Chuki -que entró superado el ecuador de la primera parte por el lesionado Tenés- llegó tras una falta en la frontal del área sobre Peter Federico, que el canterano definió magistralmente y a la escuadra. “Tiene unas grandísimas condiciones y un futuro enorme. Lamentablemente, surgió esa lesión en un momento ascendente en el que venía dando un buen rendimiento, pero se está reincorporando de a poco. El gol es una muestra o un porcentaje mínimo de lo que puede hacer, porque tiene el techo muy lejano todavía. Nos va a dar muchas alegrías en el campeonato”, aseguró convencido, para terminar, un satisfecho Guillermo Almada.
