El entrenador del Valladolid, Guillermo Almada, pasó por los micrófonos 24 horas antes de que el equipo se ponga en marcha en dirección a Huesca, donde se enfrentará a su nuevo rival para la jornada 17 de LaLiga Hypermotion, donde pretenderán superar las trabas que han supuesto perder demasiados puntos en estas últimas jornadas.
Tras varias ocasiones perdidas, se pone por delante un nuevo duelo marcado por las necesidades de que este Real Valladolid pueda mejorar sus prestaciones para no perder la esperanza de acabar el año 2025 con los suficientes síntomas positivos para seguir en el camino de cumplir el objetivo de la temporada. En torno a esa realidad, previa al partido contra la SD Huesca, Almada respondió a los medios sobre el estado del equipo pucelano antes de ese primer duelo de diciembre en El Alcoraz.
Sobre el Huesca de Bolo
Sobre el duelo y el rival, Almada asegura que “el objetivo sigue siendo siempre el mismo: ganar”, sin plantearse más meta que el siguiente partido. “Nuestro objetivo está trazado en el Huesca y nada más, porque es muy importante tratar de reencontrarnos con el triunfo y mejorar ese plus que indudablemente nos falta para ganar los partidos”. Una visión particular hacia la próxima jornada, que completa con su visión de lo que es este Huesca de Bolo.
“Son durísimos, se tratan de proteger mucho, defenderse o trabajar juntos”, comentó sobre el equipo oscense, del que valora su capacidad para “defender mucho el cero o hacer transiciones rápidas”. Según Almada, el equipo de Bolo “tiene buenos futbolistas en en varias de sus líneas y un equipo equilibrado, con jugadores experimentados en muchas posiciones”.

Por eso y por el contraste con el Pucela, un equipo joven en la categoría, cree que “va a ser un rival muy complicado por la experiencia y el manejo que tienen de los partidos”. Aunque no rehúye de la idea de que el Valladolid tiene siempre “la esperanza de seguir haciendo cosas buenas, tratando de traducirlo luego en el marcador, que es lo que ha costado más”.
También fue preguntado por el plan de viaje del equipo, pues cambiaron el habitual viaje el mismo día del partido y viajan el viernes por la mañana con un entrenamiento programado ya en Huesca, en horario vespertino, antes del día de partido. “La idea es hacer un entrenamiento para sacar el peso del viaje”, pues reconoce que en ocasiones han sentido que les ha “golpeado un poco la experiencia anterior en viajes largos y a los jugadores les ha costado recuperarse”. Una maniobra lógica para intentar que los jugadores puedan llegar “en las mejores condiciones” para el duelo del sábado.
Sobre las posibles bajas
Como es lógico, las primeras preguntas a Guillermo Almada fueron referidas a la cita del sábado en Huesca, donde el técnico parece que tendrá que hacer ajustes por la situación de varios futbolistas, aún en proceso de recuperación de una gripe que ha afectado al equipo y que podría alejar a varios de sus efectivos del encuentro en Huesca. Según el propio Almada, la gripe “ha pegado fuerte” en el conjunto blanquivioleta y ha tenido a varios jugadores alejados de dinámica esta misma semana.
“La semana fue un poco complicada porque tenemos algunos jugadores con gripe, por la temperatura, y alguno está muy complicado que llegue al partido”, afirmaba, matizando que “sobre todo Mathis Lachuer, que seguramente no va a poder estar, pues se reintegró hoy después de tres o cuatro días con bastante fiebre”. Otro de los afectados es Alani, suspendido por la roja ante el Málaga, pero que aún no podría estar disponible para Huesca. Según el técnico, “hay alguno más que está en duda”, pero considera que en esos casos “hay más esperanza de que lleguen”.

A esas dudas se añade el nombre de Marcos André, que parece arrastrar algunas molestias físicas desde comienzos de semana y que limita la capacidad del equipo de aportar todos los recursos ofensivos disponibles, ya que Almada asegura que “está muy complicado” que el brasileño pueda aportar en este nuevo choque fuera de casa.
Almada, convencido de que los goles llegarán
En el apartado táctico, son varias las cuestiones que Almada ha querido resolver en torno al juego del Pucela y las consideraciones tácticas que hoy pueden suponer una oportunidad para encontrar mejores garantías de cara a portería: “Aquí estamos todos enfrascados en revertir esta situación y, como digo siempre, tratar de dar una alegría a nuestra familia y a nuestra gente”. El entrenador uruguayo insiste en que “más allá de las distintas variantes que buscamos, el que decide emplearlas o no en el momento necesario siempre es el jugador, por lo que es importante que tengan una lectura correcta de la situación”.
También habló de las jugadas a balón parado, preguntado por la poca eficacia que se saca de ellas. Según Almada, es preciso fijarse “en las características del jugador que se tiene” para entender la realidad en ese aspecto. Asegura, no obstante, que “no hay nada improvisado”, pero reconociendo que “no se ha marcado diferencia más allá de los dos o tres primeros partidos a pesar de la cantidad de oportunidades que se han tenido”.

Sobre la ansiedad que le puede generar a la plantilla la necesidad de un gol que no acaba de llegar, Almada reconoce que “es difícil porque son muy jóvenes y a los jóvenes, generalmente, les gana un poco esa ansiedad”. El técnico afirma que en eso se ha de “hacer un esfuerzo para mejorar esa sensación”, reconociendo de nuevo que “pocas veces he visto que tantas situaciones se repitan”, pero está tranquilo y confiado de que la vía es “mantener la tranquilidad y encontrar los goles, porque sé que se va a abrir el arco” ya que, como de costumbre, los suyos hacen “lo más difícil, que es la generación de oportunidades”.
Ya se asoma el mercado de invierno
Aunque enero está a la vuelta de la esquina, las pesquisas por nuevos jugadores no parecen un tema diario en el despacho de Almada, pues reconoce que no se ha tomado “ninguna decisión” en cuando a entradas o salidas y asegura que eso es cosa de Víctor Orta y los suyos, aunque están en conversaciones permanentes. Preguntado por la dinámica de los extremos y su papel en este Real Valladolid, Almada reitera estar “conforme ahí con las variantes que se tienen ahí” y confirma que, en todos los perfiles, “la idea es que si viene alguien en cualquier posición dé un salto de calidad”.
En cuanto a salidas, asegura que no hay un pensamiento firme en cuanto a ellas ni peticiones expresas de alguno de los jugadores. “No hay idea ni intención de que ninguno en particular se vaya ni nada por el estilo”, afirmando que a ellos tampoco les ve ese síntoma de querer salir, pues “en cuanto a actitudes, ganas, o deseo, lo han demostrado todos”. A pesar de todo eso, sí reconoce activamente que se necesitan “algunos futbolistas en alguna posición determinada para que dar el salto de calidad necesario”.
El apoyo de Alejo
Preguntado por la comparecencia de Alejo y su apoyo férreo al técnico y a su idea, así como de la cohesión con el vestuario, Almada reconoce que es algo que nota día a día de todos los jugadores. “Cuando uno viene de estos malos momentos y de estos malos resultados, se analiza todo y si uno no encuentra el respaldo de los futbolistas y del club, hay algo que se está haciendo mal”.

Algo que, según las palabras de uno de los capitanes con más peso en el vestuario, está lejos de pasar y que el propio técnico charrúa argumenta en esa unión y en la decisión de hablar de todo a diario con directiva y jugadores. “Todas esas situaciones nosotros las manejamos y las conversamos a diario con el cuerpo técnico, las analizamos, y la verdad es que uno ve fácil la disposición de los jugadores en los entrenamientos y en los partidos”, reconociendo que “los jugadores se matan por el resultado” y que “es impresionante el esfuerzo de todos ellos”. Todo ello, cuesta arriba por la difícil situación del equipo en la actualidad “por no alcanzar lo más lindo del fútbol, que es festejar el gol”.
