El Real Valladolid sufrió ante Las Palmas una nueva derrota. Otra “injusta por falta de efectividad”, según valoró Guillermo Almada en rueda de prensa. Y tiene razón; su equipo hizo las suficientes cosas en la segunda parte como para poder sacar un resultado mejor… pero, una vez más, la falta de talento y definición costó demasiado caro. “La realidad es que nos cuesta mucho trasladar el fútbol al marcador, y se gana con goles. Nos vamos con frustración y rabia, porque no fuimos merecedores del resultado que nos llevamos por lo que demostramos los dos equipos”, señaló el entrenador.
Uno de los aspectos en los que más incidió Almada fue en que su equipo fue capaz de desnaturalizar al rival, que había sido “protagonista en todos los partidos” y en este “prácticamente no generó”, mientras los blanquivioletas sí que lo hicieron “mucho”. “El volumen de juego siempre lo tenemos que mejorar, pero la frustración es por lo que proponemos durante los partidos y porque los méritos que hacemos son importantes, bajo mi punto de vista”, reseñó el entrenador uruguayo, contrariado sobre esta circunstancia, que, sí, se viene repitiendo.
Para el técnico charrúa, Las Palmas no llegó más que “dos veces en el primer tiempo, y en el segundo, menos”. “Le quitamos muchísimo volumen y llegada, que en el campeonato la han tenido permanentemente gracias a la calidad de sus futbolistas”, analizó. Pero volvió al aspecto del gol, que es lo que más se paga en el fútbol, en el mayor sentido de la palabra. “La realidad es que nos cuesta una barbaridad traducir el trabajo que hacemos todos los días [en goles]. Uno insiste en la semana en las mayores carencias que ve y estamos acentuando en eso desde hace semanas, pero los que deciden son los futbolistas”, agregó.

Almada lo intenta todo, también con canteranos
Mario Domínguez se convirtió ante la UD Las Palmas en el segundo futbolista más joven de la historia que hace su debut con el Real Valladolid. Coincidió con aquel al que desbancó, Arnu, haciendo que la delantera con la que terminó Almada tuviera 35 años y pico. “Buscamos variantes y entraron con buena disposición. Mario Domínguez es buen definidor, sobre todo en el área, y buscamos culminar los desbordes y los centros. Se han ganado la participación”, dijo un entrenador que dijo haber “escarbado en el club” buscando en la cantera el gol que no encuentra.
En una situación así, el balón parado podría ser solución, pero a perro flaco todo son pulgas y ni así llega el tanto. “No tenemos grandes cabeceadores en la fase ofensiva; esa es la realidad. Intentamos buscar alguna variante, pero los que definen son los futbolistas; yo no puedo exigir más que trabajo. Aunque estoy de acuerdo en que es una cuestión que nos falta, tener más contundencia a la hora de buscar esos centros, no es una característica que tengamos en el plantel”, señaló Almada, añadiendo un ingrediente más al cóctel.
En esa búsqueda continua de variantes, quería el entrenador que Ponceau llegase más de segunda línea, dado que “es volante ofensivo, no te contención”, aunque “a ves se suma a la parte ofensiva y otras no”. No obstante, Guille Bueno e Iván Alejo “se sumaron muchas veces por la banda”, si bien lo que faltó fue “concretar todas las situaciones”, algo en en lo que el Real Valladolid seguirá trabajando. “Tenemos que encontrar la efectividad, que es una de las cosas más importantes del fútbol. Nos está costando caro, porque, si hacemos un balance, hemos superado a muchos equipos y nos hemos llevado derrotas injustas por esa falta de efectividad”, lamentó Almada, para terminar.
